Primero la alarma y luego la perplejidad se adueñó de la localidad misionera de Puerto Rico durante la mañana del 9 de abril de 2015, cuando un individuo se acercó hasta la Municipalidad con numerosa munición servida, tres granadas y una cantidad de explosivo capaz de “volar” un edificio.
La insólita situación, que obligó a evacuar la sede comunal y establecer un vallado de seguridad en un perímetro de 100 metros, se dio en el marco de uno de los programas de entrega voluntaria de armas de fuego que por esos días realizaba el Registro Nacional de Armas (RENAR), a través del cual los ciudadanos podían deshacerse de manera anónima del armamento que poseían por uno u otro motivo.
Fue el caso de este vecino que, aproximadamente a las 9 de la mañana del 9 de abril, acercó en una caja
de cartón doce vainas servidas de fusiles automáticos livianos Fal calibre 762, dos vainas servidas de la
misma arma de fogueo, tres granadas de fabricación irregular y un pan de trotyl (TNT) de alto poder explosivo y de uso militar, de origen norteamericano.
Inmediatamente se dio intervención a la Policía, que recomendó como medida de prevención le evacuación del edificio municipal y cercar un perímetro de por lo menos 100 metros hasta que pudieran llegar los especialistas de la división Bomberos desde Posadas.
A las 11:30 llegaron éstos y, luego de neutralizar cualquier posible detonación, se levantó el vallado y se normalizó la circulación de vehículos y transeúntes. El material fue secuestrado, desactivado y posteriormente destruido.
Según comentaron en su momento los expertos, el pan de trotyl de una libra “podría hacer desaparecer un edificio entero”, si bien en este caso no contaba con un detonador,
por lo que no había peligro de explosión.
Respecto al posible origen de los explosivos, se argumentó que en la zona suelen confluir los entrenamientos de muchas fuerzas de seguridad y militares. “Son del tipo que se utilizaba en épocas pasadas en nuestro país, que quedaron olvidados y que algunas personas guardaron de recuerdo“, pero que con el plan de entrega de armas, se deshicieron de ellos “para evitar problemas”.