Este jueves el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó la detección del Caracol Gigante Africano (Lissachatina fúlica) en Comandante Andresito. Tras una denuncia en una vivienda particular, personal de la Coordinación de Protección Vegetal del Centro Regional Corrientes-Misiones se trasladó al lugar, recolectando 26 ejemplares que fueron destruidos y enterrados según los protocolos sanitarios establecidos. Sin embargo, advierten que este número podría ser solo una fracción de la población real.
Esta especie invasora no solo representa una de las 100 plagas más peligrosas para la agricultura mundial, sino que también implica un riesgo sanitario al ser posible portadora de parásitos que afectan la salud humana y animal. En este contexto, Enrique Giménez, referente provincial en el manejo del caracol gigante africano, brindó detalles y recomendaciones en una entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones para concientizar sobre las medidas necesarias para su control y prevención.
Según Giménez, este caracol se reproduce en gran medida durante épocas de alta humedad y temperatura. Su capacidad reproductiva es alarmante: mientras que el caracol nativo de Misiones deposita cuatro huevos por postura, el africano puede llegar a poner hasta 400. “Es una plaga que tendremos con nosotros por mucho tiempo”, advirtió.
Un riesgo para cultivos y salud humana
El caracol africano es considerado una amenaza significativa para los cultivos hortícolas debido a su voracidad. Además, representa un peligro sanitario, ya que puede ser portador de un nematodo que afecta la salud humana. Este parásito, presente en la baba del caracol, puede contaminar superficies como verduras y provocar enfermedades si no se toman las medidas adecuadas.
Giménez destacó que es fundamental lavar bien las verduras con agua potable y desinfectar superficies que hayan estado en contacto con el caracol utilizando alcohol o jabón. También recomendó evitar el contacto directo con el animal y, en caso de manipularlo, usar guantes o bolsas para su recolección. Además, remarcó que el caracol africano es comúnmente transportado por personas que lo ven como una curiosidad debido a su tamaño. “Lamentablemente, algunas lo toman como una mascota sin conocer los riesgos que representa”, advirtió.
Apariciones en otras localidades
Además de Andresito, se han registrado avistamientos de esta plaga en Puerto Iguazú, Banda y Eldorado, todas localidades de la zona norte de Misiones. Giménez alertó sobre la posibilidad de que el caracol se disperse aún más, ya sea transportado inadvertidamente en plantas, tierra o incluso como mascota, práctica que desaconsejó enfáticamente.
Línea de denuncia
Para reportar la presencia del caracol africano, los ciudadanos pueden comunicarse con el Senasa al 0800 999 2386. Giménez subrayó la importancia de evitar que los niños manipulen estos animales y de destruirlos adecuadamente, enterrándolos después, para prevenir malos olores y contaminación ambiental.
La detección del caracol africano en Misiones reitera la necesidad de reforzar las campañas de concienciación y control. Su presencia no solo amenaza la agricultura, sino que también pone en riesgo la salud pública y el equilibrio ambiental de la región.
Recomendaciones para su control
El especialista detalló también que el caracol africano se refugia durante el día en hojarasca, restos de madera, tejas o basura, donde encuentra las condiciones ideales para reproducirse. Por esta razón, sugirió a los vecinos mantener limpios sus patios, eliminando materiales que puedan servir como refugio para la plaga.
En cuanto a su eliminación, la sal de mesa resulta efectiva para deshidratarlo, mientras que el uso de venenos comerciales no es recomendable debido a su baja efectividad y el riesgo que implica para niños y mascotas.
Más recomendaciones
Como parte de una estrategia integral para prevenir y controlar la dispersión de esta especie, contribuyendo a la protección de la salud pública y la producción agropecuaria de la región, el Senasa recomienda:
- No tocar los caracoles.
- Evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente en ojos, nariz y boca.
- Lavar con abundante agua potable las verduras que se consumen.
- En caso de tocar un caracol, lavarse inmediatamente las manos con abundante agua y jabón desinfectante. También hacerlo luego de tocar las superficies que puedan haber estado en contacto con la baba de caracol.
- No comer caracoles.
- No utilizarlos como carnada, mascota o adorno.
- No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños, mascotas o fauna nativa.
- Eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción, tejas o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol.
- En caso de ser necesario, eliminar los caracoles utilizando guantes descartables para tomarlos, aplastarlos o tratarlos con sal común de cocina de forma que queden totalmente cubiertos y luego enterrarlos.
- No permitir que los niños participen de la captura y eliminación de los caracoles.
Muy importante
- No trasladar caracoles hacia otras zonas, ya que hay lugares que se encuentran libres de esta plaga
- Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.
- En caso de detectar la presencia de esta plaga, comunicarlo a la línea telefónica gratuita del Senasa 0800-999-2386.