Cuando Aníbal Fernández se refirió a la inseguridad como una sensación más que una realidad, no hubo quien se lo dejara pasar y estuvo bien que así fuera. Haber omitido una crítica entonces hubiera significado darle a la dirigencia luz verde para darle la espalda a la sociedad abiertamente… y no es que no lo hicieron. De hecho, buena parte del triunfo de Javier Milei se explica en todas las veces que la dirigencia omitió los reclamos de la sociedad.
Por eso, cuando un funcionario en ejercicio habla de “sensación” para referirse a un problema evidente que perjudica a muchos, hay que hacerle notar que no solo le falta empatía, sino que además quizás debería repensar su permanencia en el cargo.
Mariano de los Heros, titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS) tocó ese límite. Claramente, el Presidente no le va a pedir la renuncia porque ambos abonan la teoría de que las jubilaciones le ganan a la inflación. Lo que está en juego entonces es la empatía que no se deja ver cuando lo que está en debate es la inseguridad alimentaria de millones de adultos mayores argentinos.
“Da la sensación de que los que mayor motosierra recibieron fueron los jubilados”, interpeló el periodista Eduardo Feinmann. “Como diría Aníbal Fernández, me parece que es una sensación esa”, fue la respuesta del funcionario mileísta.
“La realidad no tiene nada que ver con eso, el gasto de ANSeS representa el 45% del gasto total del Presupuesto 2025, un 15% superior al de 2023; entonces, claramente hay una responsabilidad social y una sensibilidad del Gobierno que se expresa en los números”, justificó. Frente a semejante argumento cabe cuestionar entonces qué pasa con la mayoría de las jubilaciones y pensiones de este país. Los datos hablan por sí solos.
El ingreso de la mayoría de los adultos mayores perdió casi 27% real en los últimos siete años, durante los últimos gobiernos (contando Alberto Fernández y Mauricio Macri), y al menos 3,6% en lo que va del gobierno de Javier Milei.
El congelamiento sobre el bono de 70.000 pesos que cobran unos tres millones de adultos mayores, nada menos que más de 50% del universo de beneficiarios, juega un papel fundamental en ese proceso de pérdida.
En febrero, con enero licuado por decisión presidencial, la jubilación mínima registró una pérdida real del 42,6% respecto de 2017. Si la inflación de octubre marca de mínima 3,5%, el ingreso real de estos jubilados estaría 3,6% por debajo de noviembre de 2023. Y si no se cambia el valor del bono (algo que ya confirmó de Los Heros para todo 2025) estos jubilados van a seguir empeorando mes a mes su situación relativa.
Más datos… el poder de compra promedio en los meses que Milei lleva como Presidente registra una caída real de 25,2% interanual respecto de igual período de 2023; en tanto, las jubilaciones mínimas (con bonos) perdieron 17,3% interanual.
Uno más… el mes próximo el haber mínimo será de 252.798 pesos reales y llegará a 322.798 pesos con el licuado bono de 70 mil. La canasta del jubilado cuesta hoy 912.584 pesos.
Es lamentable cuando un funcionario con resto para aguantar el ajuste que no recae sobre él habla livianamente de quienes no lo tienen.
Años atrás lo hizo Aníbal Fernández, quien no sentía sobre sí mismo la inseguridad que muchos observaban y sufrían. Hoy lo hacen quienes una y otra vez le dan las espaldas a los jubilados y se juntan a comer un asado para celebrarlo, un asado que es un lujo para más de tres millones de adultos mayores.