“Parece que se están alineando los planetas, los satélites y las estrellas”, describió Eusebia “Neni” Valdéz, presidenta de la Fundación Tupa Rendá, para confirmar un acuerdo alcanzado en las últimas horas para garantizar los fondos para el alquiler de los hogares convivenciales de menores que tiene a cargo la institución.
En diálogo con el programa Primera Plana por la FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, Valdéz anunció también que el hogar para niños se mudará del inmueble que actualmente ocupa en Villa Sarita (y del que urgía salir por pedido de los propietarios) a otro en pleno centro -y más barato-, mientras que el de niñas permanecerá en el lugar actual, en la calle Hipólito Yrigoyen.
Respecto al acuerdo con la Provincia, detalló que “el IPLyC (Instituto Provincial de Lotería y Casinos) continuará facilitando el (dinero) del alquiler para que nosotros podamos seguir funcionando” y que para el traslado del hogar de varones a su nueva sede, en calle Ayacucho entre San Martín y Sarmiento, “hoy (jueves) terminamos de conseguir la cantidad de garantes que nos reclaman y aparentemente se está por firmar definitivamente el contrato“.
“Teníamos urgencia por dejar el lugar de varones, porque se venció el contrato y la propietaria quiere disponer de la casa porque tiene otros proyectos. Sinceramente no se consiguen casas de alquiler para muchos niños y menos para un hogar o una ONG, es muy complicado. Pero bueno, se ve que esta casa nos estaba esperando y, después de mucha búsqueda, encontramos una que se está terminando de acondicionar y entre los últimos días de octubre y los primeros días de noviembre nos estaremos mudando“, adelantó “Neni”.
Describió que “es una casa antigua, pero está en buenas condiciones, tiene el techo alto y eso significa que es fresca. Y tiene un patio considerable, que la casa de (la calle) Ramón García (donde están ahora) no tiene, o sea que para los chicos va a ser una bendición”.
Respecto al hogar de calle Hipólito Yrigoyen, “conseguimos siempre, con los colaboradores al pie del cañón, que nos renueven el contrato, entonces las niñas van a permanecer en ese lugar, por supuesto con un compromiso mutuo entre el propietario y nosotros de hacer algunos arreglos, porque la casa es un poco antigua y hay cosas que se tienen que arreglar sí o sí, porque hacen a la calidad de convivencia en la casa”.
En cuanto a los precios de alquiler, Valdéz reconoció que el del hogar de niñas “no es muy elevado, al contrario, el propietario es muy prudente a la hora de aumentar los alquileres, no es la velocidad de la inflación”, mientras que “la casa de Ayacucho es más económica que la de Villa Sarita, a pesar de ser más grande, así que ahí haríamos una pequeña economía”.
Más allá de estas buenas noticias, la referente de Tupá Rendá contó que ahora les “falta la otra mitad del camino”: un compromiso para el pago de los profesionales que atienden a los menores: “En este momento, con nuestro presupuesto mínimo, por 240 horas mensuales de trabajo les estamos abonando 80 mil pesos y necesitamos que tengan un resarcimiento un poquito más digno“.
“Nosotros tenemos un gasto considerable para mantener hoy en día una casa con 18 chicos y cubrir todos los gastos con los adultos que los cuidan. Los fondos que ingresan en subsidios del Estado son un 40-50 por ciento del efectivo que hace falta, el 60% restante es la sociedad” la que lo aporta. “En gran porcentaje, la sociedad es responsable de este milagro de amor”, sentenció.