Una fundación conformada por mujeres y hombres solidarios de Posadas sostiene a pulmón todos los meses dos hogares (uno para varones y otro para mujeres) donde viven 18 menores judicializados que no cuentan con familias que los contengan.
Les dan un techo, comida, escolaridad y todo lo que más se puede asemejar a un hogar tras el padecimiento de una vida cargada de violencia y conflictos de los adultos que los tenían a cargo.
Esta ONG se llama Tupá Rendá y sobrevive de la solidaridad de privados, un subsidio del Estado provincial (que pagó ahora las cuotas de febrero y marzo de 2023) y las ferias americanas con las que reúnen parte de los gastos que demandan los niños.
Para la atención, cuentan con cuidadores a los que no pudieron aumentarles el salario mensual de $80.000 por una dedicación mayor a las 240 horas mensuales. Plantearon a las autoridades de la Fundación que no les alcanza y, aunque tengan razón, no cuentan con más dinero para aumentarles.
Los voluntarios están superados al ver cómo se incrementan los gastos pero no pueden ser cubiertos.
Una devolución, un desalojo
A su vez, alquilan dos viviendas para separar a los varones de las mujeres. Con la renovación de los montos, los precios se dispararon a los casi 800.000 pesos. Solo la casa de Villa Sarita -donde viven los varones- trepó a $576.000 al mes, por lo cual deberán desalojarla en breve por no poder pagar.
Entonces, se irán a una pequeña casa cuyo gasto mensual no supera los $300.000 y, aunque quedarán todos apretados, no seguirán endeudándose.
Si bien el IPLyC venía pagando los alquileres, por decisión de Herrera Ahuad durante 2023, el mes que viene se vence ese acuerdo y desde el organismo del juego misionero no les comunicaron la renovación del mismo. “Un año atrás casi cerramos por la ley de alquileres pero el gobernador en ese entonces, Herrera Ahuad, dijo que se tenía que solucionar y gracias al IPLyC se fueron pagando. Pero una de las casas sube el alquiler a 576.000 pesos que es una vergüenza”, contó Eusebia “Neni” Valdéz, presidenta de la Fundación, en el programa “Primera Plana” de FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero (que se emite de lunes a viernes de 18 a 20 horas).
La triste historia que envuelve esta acción solidaria no quedó ahí: el año pasado, el exgobernador Herrera Ahuad -mediante el IPRODHA- les otorgó el comodato de dos casas en Itaembé Guazú para que pudieran dejar de pagar alquileres. Pero, para los 18 chicos, hace falta ampliaciones. “En cada dormitorio entra una cucheta y un roperito. Pero son 18 y esa cantidad necesita al menos dos dormitorios más”, dijo la dirigente social.
Se presentaron a concursos y buscaron el apoyo de privados, pero no tuvieron éxito. Es que las obras necesarias demandarían más de $50 millones (presupuestados a fines de 2023) para tener los dormitorios suficientes y dos baños para tanta cantidad de convivientes, muros y una galería donde poder realizar actividades.
El hijo de “Neni”, de profesión arquitecto, les hizo sin cargo los planos y el proyecto de obra para abaratar los costos que deben afrontar.
En uno de los concursos, ganaron la compra de materiales de construcción y tienen en un corralón guardadas chapas para las galerías, sanitarios y griferías.
Pasado casi un año de una lucha sin resultados, la presidenta de la Fundación reveló que las devolverán a IPRODHA para que otras familias las puedan aprovechar.
“Debemos pagar ahora la luz, el agua y no tenemos una moneda. Hace poco entraron a robar y tuvimos que pagar un cerrajero, con lo que constantemente se generan gastos”.
“Los materiales que están acopiados vamos a preguntar si podemos usarlos para la adecuación de la casa en la que juntaremos a todos los niños o tenemos que devolverlos”, anticipó.
“No podemos pagar los alquileres menos vamos a poder juntar 50 millones de pesos para las obras”; aseguró sobre la decisión.
Sin subsidios de luz
Valdéz contó que la empresa provincial Energía de Misiones SA decidió quitarles los subsidios al consumo de energía, con lo cual las facturas de luz se volvieron impagables. “EMSA nos donaba unos watts de la factura pero ahora nos retiró ese beneficio. Presentamos una nota como hace cuatro años atrás cada enero. Pero la parte que nos donaban desapareció. Hoy cada casa tiene un consumos de 160.000 pesos aproximadamente”, detalló “Neni” Valdéz.
Confirmó que no pudieron pagar las facturas de febrero y entraron en mora.
“No es un problema solo nuestro sino de la sociedad”
La titular de Tupá Rendá anticipó que prepararon notas para los diferentes organismos estatales a fin de informarles el ajuste y las restricciones que tendrán que aplicar, además de las deudas que se fueron generando por los costos más altos.
“Son niños judicializados, que el Estado los saca de sus familias para protegerlos y nos llaman para darles un lugar. El objetivo común es el bien del niño y este problema que hoy afrontamos no es solo de Tupá Rendá sino de la sociedad en su conjunto”, advirtió Valdéz.
La vuelta a clases fue posible por la solidaridad misionera
Eusebia “Neni” Valdéz contó que el lunes pasado los 18 internos que tienen los hogares Tupá Rendá pudieron volver a clases gracias al apoyo que tuvieron de personas desinteresadas que fueron aportando diferentes elementos, hasta completar las mochilas y demás elementos necesarios para la vida escolar.
Reveló en FM 89.3 que, mediante un grupo de Whatsapp que tienen con “padrinos” de los hogares, la presidenta fue planteando qué les hacía falta y, una a una, las almas solidarias fueron enviado útiles, guardapolvos, zapatillas y zapatos nuevos para los niños y niñas de Tupá Rendá.
“No fue un rejunte de útiles. Por ejemplo, nos mandaron las cajas de lápices de 12 colores largos, no los pequeños. Puse en el grupo que necesitábamos zapatos y nos enviaron los pares. Después las zapatillas, y conseguimos la ayuda. La sociedad tiene esperanza en un mundo mejor, pero no alcanza”.
Agradeció a la Escuela 813 por haber aceptado que ingresen los niños después que otros establecimientos no aceptaron.
Uno de los chicos va al CEP 26, las niñas de secundaria van a la San Ramón y al CEP 9. Esta última está por cumplir 18 años y dejará el hogar.