Los festejos por haber conseguido un amplio triunfo legislativo en el Senado para la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario duró apenas unas horas. Es que la Casa Rosada anticipó que habrá veto a la norma, una vez que sean notificados formalmente de la sanción, al igual que sucedió con la reforma jubilatoria.
Dos decanos de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), Cristian Garrido de Humanidades y Horacio Simes de Ciencias Económicas, ponderaron la ley y advirtieron que la comunidad académica saldrá a las calles a defender la ampliación de recursos si finalmente se veta.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Garrido sostuvo que la norma aprobada “propone un incremento mensual de los salarios docentes y no docentes conforme al índice de inflación y, por otro lado, un aumento bimestral del presupuesto universitario basado en tres elementos: el índice de precios al consumidor, la variación del tipo de cambio y las tarifas de los servicios públicos”.
Agregó que “esto también implica reconocer que el sistema universitario está en emergencia. Aunque este año se logró un incremento tras meses de reclamos en los gastos de funcionamiento, eso solo representa entre un 10% y un 15% del presupuesto total. Aún hay cuestiones vinculadas a los salarios docentes y no docentes que no están resueltas y que son objeto de reclamos por parte de los gremios y trabajadores de la universidad pública”.
En cuanto a qué pasaría con un veto de Milei a la norma, el decano de Humanidades advirtió: “Si eso sucede, es muy probable que la comunidad universitaria salga a las calles, como lo hizo en abril, con la gran marcha universitaria. La defensa de la universidad pública es crucial para nuestra sociedad, y, de existir un veto, seguramente habrá manifestaciones contundentes”.
“No sería saludable un veto”
Por su parte, Horacio Simes, decano de la Facultad de Ciencias Económicas, destacó que la ley de financiamiento “es un reconocimiento al valor que posee todo el sistema científico-tecnológico público en nuestro país, que demuestra diariamente su importancia, no solo en la formación permanente de profesionales en distintas áreas, sino también en el desarrollo de nuevas tecnologías y técnicas que luego se difunden en todo el aparato productivo y social”.
“Por un lado, es un reconocimiento al desajuste salarial que hemos venido sufriendo en el sistema desde diciembre del año pasado, y por otro, es importante contar con mecanismos de ajuste permanente que no nos dejen siempre a merced de decisiones políticas unilaterales, como ha venido sucediendo a lo largo de este año”, agregó.
Respecto al anunciado veto presidencial, Simes opinó que “nosotros esperaríamos que se reconozca lo que estamos demandando como sistema y que todo el conjunto de senadores, en su mayoría, ha aprobado. Para nosotros, no sería saludable un veto a esta ley. Y seguiríamos reclamando la recomposición salarial, la previsibilidad en los gastos de funcionamiento, y también otras variables que aún no se han tenido en cuenta, como la disminución casi a cero de programas especiales en áreas como inversión en infraestructura, extensión, ciencia y tecnología”.
Confirmó que “también enfrentamos dificultades para aprobar nuevas carreras; por ejemplo, la licenciatura en marketing, que está en espera de aprobación desde noviembre del año pasado, sin novedades” y advirtió que “los gremios se movilizarán en esa dirección y nosotros, como autoridades, acompañaremos casi con seguridad este tipo de medidas, como lo hicimos el 23 de abril pasado. Gran parte de la población del país sigue considerando la educación pública como uno de los pilares del desarrollo de nuestra sociedad”.