El Banco de Alimentos de Posadas es una organización no gubernamental que trabaja en pos de la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos en Misiones. Esta iniciativa solidaria que comenzó en 2020 se convirtió en un salvavidas para miles de personas en situación de vulnerabilidad.
La ONG se dedica a rescatar alimentos que, aunque no pueden ser comercializados, están aptos para el consumo. Estos incluyen productos próximos a vencer o con empaques dañados, que de otro modo serían descartados. “Nuestro objetivo es transformar esos alimentos que serían desperdiciados en platos de comida para quienes más lo necesitan” explicó Ángel Maximiliano Rauber, director y coordinador del Banco, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Pero el trabajo del Banco de Alimentos no se detiene en el rescate. La verdadera magia ocurre en la redistribución de estos alimentos, que son enviados a merenderos, comedores, ONG y asociaciones en diversos barrios de la capital y zonas aledañas, como Garupá, Pozo Azul y algunas comunidades guaraníes. “Gracias a esta red de distribución, estamos logrando servir entre 3.000 y 4.000 platos de comida por mes”, destacó.
El año pasado lograron juntar una suma total de 20 mil kilos de alimentos y este año ya superaron los 10 mil kilos.
La historia personal de su fundador, también juega un papel crucial en la motivación detrás de este proyecto. “Después de superar una adicción de 16 años y completar un tratamiento en Córdoba, me inspiré en el modelo del Banco de Alimentos de esa provincia y decidí implementarlo en Misiones”, compartió.
Red Federal de Alimentos
Este año, el Banco de Alimentos de Posadas logró un hito significativo al integrarse formalmente a la Red Federal de Bancos de Alimentos. Este reconocimiento no solo respalda su labor, sino que también garantiza la trazabilidad y seguridad en la manipulación de los alimentos que rescatan. “Pertenecer a esta red nos da el impulso y la legitimidad para seguir creciendo y ayudando a más personas”, explicó Maximiliano.
El Banco de Alimentos de Posadas cuenta con el apoyo de varias empresas del sector privado, como el Grupo Libertad, y de pequeños comerciantes que prefieren mantenerse en el anonimato.
Voluntariado
Con tres años en actividad, el Banco de Alimentos es sostenido en gran parte por la labor de voluntarios comprometidos. Aunque actualmente son ocho las personas que forman el equipo fijo, la organización está en constante búsqueda de más manos dispuestas a colaborar. “Este trabajo depende del compromiso de los voluntarios, y siempre estamos abiertos a recibir más ayuda”, subrayó Rauber.
Ubicado en el barrio Manantiales, el Banco de Alimentos de Posadas continúa siendo un faro de esperanza, transformando lo que sería desperdicio en una fuente de sustento para quienes más lo necesitan.