El yaguareté es un animal emblemático de Argentina, pero principalmente de las provincias del norte argentino como Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes. Por eso, cada vez que un felino muere y se reduce su población, el peligro crítico de extinción de su especie, se acerca más.
A los atropellamientos en rutas que atraviesan áreas protegidas, se suma la caza furtiva, como ocurrió en las últimas horas en Formosa, donde depredadores humanos mataron a un yaguareté y lo cuerearon, sin piedad, reduciendo de cinco a cuatro la especie protegida en la zona.
Esta especie en particular se encuentra en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), que califica su estatus en todo el continente como casi amenazado, a un paso de vulnerable y a dos de peligro.
Con esta aberrante situación, entran en discusión las leyes sobre el tema: qué normativas existen para enfrentar a cazadores furtivos que matan a diestra y siniestra, y qué penas se aplican, y qué hacen la Nación y las provincias para frenar estas situaciones para la conservación de la especie.
Nicolás Lodeiro Ocampo, director ejecutivo de la Red Yaguareté apuntó en la radio de PRIMERA EDICIÓN que el equipo de ‘Caza y Comercialización Cero’ ya estaba trabajando en el tema, ya en la justicia penal de Formosa para dar con los responsables. “Estamos esperando a que se levante el secreto de sumario para poder presentarnos nosotros como querellantes también”, aseguró.
Y contó que hasta el momento habría una persona detenida, pero que al parecer no dieron con todo el cuero que le sacaron al animal, como se difundió en las crudas fotos que circularon.
Las organizaciones conservacionistas apuntan que la justicia argentina debería tomar más a pecho estas situaciones, cuando el hecho ya está consumado, pero “la norma no acompaña”. En el caso de Misiones, dijo que “tenemos casos resonantes de hace pocos años y no han llegado a sanciones ni siquiera a investigaciones. Así que hoy por hoy dependemos de la voluntad de algunos funcionarios y de las ONG, con esfuerzo propio y de manera privada impulsamos causas judiciales”, aseguró.
“Cada vez somos más y se van logrando pequeños avances, pero con una justicia que no le interesa el tema. De hecho, una de las conclusiones que ya todos sabemos es que necesitamos juzgados ambientales especializados. Porque cuando cae en un Juzgado Federal, que tiene un montón de causas gravísimas como narcotráfico, crímenes, trata de personas, es más complicado que le den prioridad a esto. Sin embargo, no es excusa para nada”, sumó.
En esta línea, Lodeiro Ocampo explicó que “la ley no habla de peligro de extinción, que debería. Argentina declaró formalmente, a través de una resolución del Ministerio de Ambiente de la Nación, a determinadas especies en peligro crítico de extinción. Sin embargo, esto no tiene impacto legal todavía porque la ley es vieja, la Ley Nacional de Fauna, es de la década del 80. Entonces queda más a criterio y árbitro del juez. La normativa está, es falta de interés”, criticó.
Conservación: “Misiones es la que más acciones ha desplegado”
Lodeiro Ocampo explicó que si bien en Misiones existe una juzgado ambiental que todavía no está en funcionamiento y es un buen momento “para que se pongan las pilas para que empiece a funcionar de una vez”, es en la tierra colorada donde más acciones se han realizado en conservación, no solamente del yaguareté sino de otros animales, como el tapir o el oso hormiguero gigante.
El conservacionista resaltó que “Misiones es la que más acciones ha desplegado en la conservación del yaguareté, porque es la que ha cuidado más. Si miras Brasil y Paraguay en los alrededores de Misiones, no tienen nada. De hecho, los que todavía tiene Brasil en Río Grande del Sur o el estado de Paraná, dependen de las poblaciones misioneras que cruzan al parque (Iguazú). En Iguazú (del lado brasileño), lo mismo, depende de las poblaciones del norte misionero”, confió.
También destacó que en Misiones, el yaguareté fue declarado Monumento Natural, por ende, tiene las penas más altas para las personas que matan a un yaguareté, a un tapir o un oso hormiguero.
En Misiones, esta ley lo que hace es abrir dos instancias, una penal y una administrativa. La primera, puede llegar a una pena de prisión para el culpable, teniendo en cuenta que estos animales están en peligro de extinción. Mientras que la segunda, es una pena económica de hasta 100 sueldos de la administración provincial ajustado por inflación, que “son muchos millones de pesos”.
Para Lodeiro Ocampo, la ley misionera “es la mejor”, aunque si no se aplica “no sirve para nada”, apuntó. Y agregó que “lo que necesitamos es que la provincia, a través de su Fiscalía de Estado, actúe. Porque (el animal) no tiene abogado, depende de que una ONG venga y ponga un abogado, que a veces es muy costoso. Algo muy bueno sería que Misiones retome eso que hizo alguna vez pasada con su primera gestión (Hugo Passalacqua) y ahora aprovechando que está de vuelta, lo retomen. Porque sino, declaramos monumentos, sacamos muchas leyes que después no se cumplen, declaramos Monumento Natural un montón de especies, pero si después cuando alguien las mata no pasa nada, es una figura meramente enunciativa”, apuntó.
¡OTRO YAGUARETÉ CAZADO EN FORMOSA!
La extinción del Tigre Americano avanza en Formosa a todo ritmo: otro yaguareté cazado en el corazón de la provincia.
Lamentables imágenes de uno de los CINCO yaguaretés que se conocían en Formosa, cazado y cuereado por cazadores.
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— Red Yaguareté (@RedYaguarete) July 30, 2024
La convivencia, para que el yaguareté no desaparezca
Por otra parte, Lodeiro Ocampo resaltó que el principal objetivo que tiene la Red Yaguareté es “la convivencia” del yaguareté con las personas, más allá de la conservación del ambiente. En este sentido, explicó que “tenemos muchos lugares donde se puede dar conflicto” en Misiones.
“Con los turistas en general no tenemos conflicto, por eso en el Parque Iguazú tenemos una gran cantidad de yaguaretés; en el Parque Urugua-í tenemos un montón de yaguaretés en los senderos que usan las personas, tenemos registrado caminando cinco yaguaretés por año, que caminan a minuto de diferencia con la gente y no pasa nada. Pero en el Valle del Cuña Pirú, un área con mucho menos monte y rodeada de ganadería, hace dos años que no vemos yaguaretés (…) Estamos trabajando fuertemente con el Ministerio de Agro para llevar todas las políticas de convivencia entre el yaguareté y ganadería a toda la provincia de Misiones, pero está muy retrasada. Es ahí donde se debe poner el acento fuertemente porque si no se empieza a tener extinciones locales de yaguaretés”, alertó.
Por otro lado, “la Reserva de Biosfera Yabotí y los montes circundantes que tiene, casi 300.000 hectáreas de monte, pero ya separado del resto del monte por la traza de la ruta 14, también tiene muy pocos yaguaretés, y una altísima presión de cacería tanto desde las colonias de los misioneros como de los brasileros. Me consta que el Grupo de Operaciones en Selva (GOS), un grupo de guardaparques de elite a nivel mundial que tiene el Ministerio de Ecología, se desviven por perseguir cazadores allá. Pero ¿qué pasa? Nadie queda preso. Claro, te sacan las armas, te sacan la moto, te sacan esto, pero si después no quedas adentro, no pagas una multa, no te duele. La ley no cumple con una de sus funciones que es punitiva para que no vuelvas a reincidir”, reclamó.
“Misiones tiene la red de reservas más importante del país, la más grande, con todas las cosas que dijimos que hay que mejorar, con sus problemas, pero las tiene. Si no las tuviese, no estaríamos hablando del yaguareté”, cerró.