La escritura expresiva es una de las herramientas más utilizadas en estos tiempos en que todo se tipea y ya casi no usamos el tradicional lápiz (birome) y papel. El impacto que hace la escritura a mano y en letra cursiva está comprobado por infinidad de estudios que realizó la neurociencia.
Mentores como Ismael Cala recomiendan escribir a la mañana, durante el café o el mate en nuestro caso. No se trata de escribir por escribir sino que es algo premeditado para que el efecto sea positivo y productivo.
Existen diferentes técnicas de escritura para diferentes objetivos, pues también la escritura es creativa, ayuda a mantener saludable la actividad del cerebro, incluso puede cambiar estados alterados de conciencia.
Expertos explican que el acto de escribir requiere un alto nivel de especialización y coordinación hemisférica, ya que implica la integración de movimiento, tacto, e ideas, necesario para plasmar nuestras ideas en un soporte físico. Y por lo tanto la escritura impulsa la inteligencia.
Cuando Ismael Cala invita a escribir a la mañana es para volcar ideas, remarcar frases positivas, hablarnos en positivo como: “Hoy es el día más maravilloso que me dará grandes noticias”. Aunque parezca tonto para muchos, ya el cerebro activará los sensores en busca de lo maravilloso y dejará de lado lo negativo. También es bueno para anotar a quiénes saludaré hoy de una manera más dedicada, especial. Una o dos personas bastarán. Me aseguraré de darle atención a alguien, por ejemplo: dedicaré unos minutos a charlar con el portero sobre su vida.
Para sanar heridas del árbol, sanar con el padre o la madre, también la escritura es manual y en letra cursiva. Resulta interesante saber que el acto de escribir siempre requiere de una actividad cognitiva de cada persona, la escritura manual nos da información personal de cada uno. Cuando nos disponemos a hacerlo se ponen en marcha tres procesos:
Percepción: capta estímulos necesarios como elegir qué voy a usar para escribir, dónde lo haré y cómo, si con una música especial, si estoy frente al mar y se suma la orden sobre lo que hay que escribir.
Decisión: este es el proceso en el que proceso de decisión y el tema.
Ejecución: acá requiere la coordinación para que el texto se exprese. Los lóbulos del cerebro que actúan en este proceso son el frontal, parietales, temporales y occipitales. Por eso la escritura es una tarea compleja que a todos los seres humanos nos llevó tiempo aprender e incorporarla a nuestros registros cerebrales.
Así como tomar notas a mano nos permite interpretar la información, entenderla y reformularla con nuestras propias palabras, así también este proceso nos llevará a sanar, a entendernos, a crear y a tomar decisiones.
Escritura para sanar
Además de las cartas del árbol transgeneracional que ayudan a desligarnos de cargas emocionales heredadas. También está a nuestro alcance la escritura expresiva que nos da la posibilidad de vaciar mochilas (cargas emocionales) muy pesadas que ya no nos hacen falta.
Ahora es el momento en que decidimos expresar a través de un relato de cómo ocurrieron los hechos que nos dañaron. Hacerlo en tiempo presente explicando todos los detalles, haciendo hincapié en cómo te sentías en ese momento. Finalizar el texto en plan: “Entiendo que lo que pasó fue por tal y tal situación”; “entiendo que me sienta así”. “Gracias porque ya pasé esta experiencia y me reconozco ahora como una persona valiente al sentir y valorar mis emociones”.
Otra manera de ir sanando otras situaciones profundas como un estado de depresión sin motivo aparente es sentarse a escribir durante tres días seguidos sobre cómo estás sintiéndote en ese momento. Describir el escenario, dónde estoy, con quién, colores, aromas, todo lo que se desee y expresar en palabras cómo te sientes: si con rabia porque…; enojado, triste, decepcionado, etc. y en qué parte del cuerpo lo expresas.
Cuando terminamos de usar nuestra valiosa herramienta que es la escritura, podemos dejar pasar unos minutos y volver a escribir cómo me sentí al hacerlo.
Cuando escribir las emociones se torne un hábito, cuando tengas el hábito de escribir tus proyectos, hacer la lista de las personas que amamos, de las que nos hacen sentir alegres, irán surgiendo más y más temas para escribir.
Luego de escribir es conveniente salir a dar un paseo. Ahora sí: ¡a disfrutar de tus dones!
Rosanna Toraglio
Periodista de
Primera Edición