Así como la obra pública, la industria y el comercio en general están sufriendo la crisis económica que se profundizó a partir del ajuste de diciembre, la forestoindustria ya se declaró en terapia intensiva, sin recursos para continuar y con las preocupaciones al máximo. La realidad sectorial fue tema central del encuentro de Comisión Directiva de APICOFOM (Asociación de Productores Industriales y Comerciantes Foresto Industriales de Misiones y Norte de Corrientes) el pasado 16 de julio.
Los asociados intercambiaron análisis y perspectivas, describieron sus actualidades comerciales y coincidieron en la necesidad de reactivar el consumo interno y la obra pública. El año pasado ya la situación no era la mejor pero había ventas. Sin embargo, todo el primer semestre de 2024, por el ajuste nacional, la caída del consumo y el freno de la obra pública, la venta de madera directamente se desplomó.
“Como sector tenemos que salir a hablar sobre nuestra situación porque es también la de nuestros empleados y nuestras familias: hay despidos, no hay ventas, los pagos y las cobranzas están demorados, y la brecha cambiaria sigue sin resolverse”, expuso Guillermo Fachinello, presidente de APICOFOM.
“Apenas estamos aguantando, pero ya no tenemos margen porque no tenemos recursos para seguir solventando los costos de mantener abiertas las puertas de nuestras industrias”, agregó.
Y pronosticó que “el futuro, sin medidas puntuales, no es alentador. Se necesitan acciones coordinadas entre las cámaras gremiales empresariales, pero también entre las regiones y las provincias, para ser más fuertes”.
Mercado deprimido
La gerenta de la entidad, Cristina Ryndycz, manifestó que “nuestro sector está bastante deprimido, el mercado interno tiene muy poco consumo de madera y la construcción pública, que maneja gran volumen, influye significativamente en nuestra producción”.
Durante el 145° Congreso Maderero, que se llevó a cabo en Salta el 27, 28 y 29 de junio, se ahondó en los temas que resultan cruciales para la dirección del sector. Uno de los problemas principales que afectó al sector forestoindustrial y maderero ha sido la falta de inicio de obras públicas, a pesar de que las licitaciones están autorizadas.
Según Ryndycz, en la actualidad muchas empresas no están trabajando o lo hacen al mínimo. “Las empresas están manteniendo al personal capacitado, esperando que haya una reactivación”, comentó.
Otro desafío que enfrentó el rubro fue la inflación: durante los primeros seis meses del año fue extremadamente alta, alcanzando un 25% en diciembre, un 22% en enero y un 15% en febrero. Ryndycz explicó que este incremento no se ha podido trasladar a los precios de la madera, lo que complicó aún más la situación económica de las empresas: “Los costos de energía, combustible y otros insumos subieron significativamente, complicando aún más el panorama”.
En lo que respecta al mercado externo, la gerenta indicó que las exportaciones están muy quietas. “Se exporta para no perder mercado, especialmente hacia Estados Unidos, Asia y Centroamérica, pero la rentabilidad es prácticamente nula”.
Sin embargo, se mostró optimista: la inflación ha comenzado a reducirse y la posible reactivación de la obra pública podría dar un empuje significativo al sector. “Si las obras comienzan, nos ayudarán a reactivar nuestra producción”, finalizó.
Glifosato, paritarias y depósito fiscal
El titular de APICOFOM, Guillermo Fachinello informó que “se terminó el asfaltado de la playa de maniobras del puerto de Posadas, obra a cargo de la Dirección Provincial de Vialidad, y de esa manera se puede avanzar en la necesaria habilitación del depósito fiscal de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Tenemos que proponer medidas de estímulo para promocionar su uso y bajar costos de logística, todo en función de mejorar nuestra realidad”.
Otro tema relevante abordado en la reunión de Comisión Directiva fue la decisión del Gobierno de Misiones de prohibir el uso de glifosato en el territorio provincial a partir del 2025. La polémica medida genera posiciones enfrentadas y se pidió a los presentes reunir información para llegar a una definición institucional.
Durante este lapso se hizo referencia además al reciente acuerdo salarial con el gremio maderero. Se explicó que “el acuerdo alcanzado fue costoso, se demoró en el tiempo porque no encontrábamos punto de acuerdo, estuvo a punto de ir a una resolución del Ministerio de Trabajo, pero todos finalmente acordamos incrementos del 5% para junio, 6% para julio -con base mayo- y 4% para agosto. A eso llegamos porque se trató de buscar porcentajes en función de las proyecciones de los índices de precios al consumidor para esos meses”, se indicó.
A su turno, el representante en FAIMA, Ricardo García, hizo referencia al encuentro con Sabina Vetter, directora nacional de Producción Forestal, y Matías Gaute, coordinador de Sistema de Información Geográfica (SIG). “Fue con el objetivo de charlar sobre algunas diferencias que tenemos a la hora de leer la información recolectada en torno a la cantidad de hectáreas de forestaciones. Además, y dada la predisposición de Vetter para escucharnos, dialogamos sobre otros temas”, dijo.