En la mañana de este lunes, otra mortífera oleada de misiles rusos alcanzó varias ciudades de Ucrania, entre ellas Kiev, Dnipro, Kryvyi Rih, Slavyansk y Kramatorsk, que mataron al menos a 33 personas e hirieron a otras 154.
Además, sufrieron daños importantes edificios e infraestructura, incluyendo el hospital infantil Ohmatdyt de Kiev.
La coordinadora residente y humanitaria de la ONU para Ucrania, Denise Brown, condenó enérgicamente los ataques y pidió el respeto del derecho internacional humanitario. Entretanto, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y sus socios están sobre el terreno brindando apoyo de emergencia a las personas afectadas.
Los primeros kits de refugio de emergencia de ACNUR están en camino a las familias que viven en edificios de apartamentos cerca del hospital infantil, donde las casas han resultado gravemente dañadas. La ayuda adicional que se está movilizando incluye asistencia en efectivo, apoyo psicosocial y asistencia jurídica.
Según ACNUR ya son más de 6,5 millones de refugiados de Ucrania en todo el mundo, incluidos más de 5,9 millones registrados en Europa hasta junio. Y otros 3,5 millones de personas están desplazadas internamente en Ucrania, el 13,5% en Dnipropetrovska y otro 9,7% en Kiev.
“Estos últimos ataques coordinados son un sombrío recordatorio de que la guerra a gran escala continúa implacablemente en Ucrania, y que las personas, los hogares y la infraestructura se ven afectados casi a diario. No se debe olvidar al pueblo de Ucrania. Ahora se necesita más apoyo urgente, especialmente en vista del próximo invierno, que empeorará la situación para quienes ya han soportado tanto”, remarcaron desde la institución.