Juan Batista Camargo (28) fue hallado sin vida el miércoles 19 de junio alrededor de las 8 a un costado de la ruta 14 en una zona conocida como paraje Gentile de San Pedro.
La causa tiene por el momento un solo detenido, un joven de 21 años con quien supuestamente la víctima realizaba algunos trabajos y que según testigos, previamente a que se descubriera el homicidio, lo habría amenazado de muerte.
El detenido ya fue llevado para la audiencia indagatoria frente al juez de San Pedro Ariel Belda Palomar y por recomendación de su abogado defensor optó por no responder preguntas. Fue imputado formalmente por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
Fuentes en contacto con PRIMERA EDICIÓN revelaron que hay un testigo considerado clave en la causa y que está próximo a prestar su testimonial. Presuntamente sería una persona, cuya identidad se preserva por temor a represalias, que observó o presenció cuando el sospechoso amenazaba a la víctima con dos armas de fuego que portaba entre su ropa. Pese al acalorado y tenso momento, se habrían ido juntos (víctima y detenido) y ese momento fue la última vez que vieron con vida a Batista Camargo.
También están pendientes las testimoniales que se iniciarían esta semana, de familiares del joven asesinado de cuatro balazos en la cabeza. Es que, al momento de reconocer el cuerpo, habrían afirmado que él había salido de Bernardo de Irigoyen rumbo a San Pedro escapando de supuestas amenazas de muerte, pero sin dar detalles.
De la misma investigación surgió que todo sería en el marco de la actividad que desarrollaban tanto sospechoso como el joven asesinado, que no serían legales. Ante la consulta de este Diario respecto a qué actividades particularmente se dedicaban, dejaron entrever que el contrabando de vino o mercadería a Brasil, el cambio informal de divisas o la reducción de vehículos robados, pueden encuadrar en el mundillo en el que se movían los nombrados.
De alguna manera esto se conecta o tendría relación con lo ocurrido dos años atrás, cuando intentaron asesinar a un hermano de Batista Camargo y quien finalmente perdió la vida acribillada fue su esposa, una docente de Bernardo de Irigoyen identificada en aquel momento como Carla Betiana De Olivera (37).
La autopsia reveló que a Batista Camargo lo ejecutaron de cuatro disparos, posiblemente con un arma calibre 380 milímetros o similar. Resta que se conozcan resultados de las pericias a celulares y una motocicleta Honda 150 que fueron secuestrados el día que allanaron la casa del único detenido.