Transcurrieron 28 días desde que una adolescente de 17 años rompió el silencio y denunció los abusos sexuales, golpes y amenazas que aseguró y detalló, ocurrieron dos años antes, cuando tenía 15 años y trabajaba como niñera del hijo de quien resultó su victimario.
Ayer y en menos de diez minutos, el indicado como autor de delitos contra las personas y contra la integridad sexual, ingresó al Juzgado de Instrucción 6 de calle Buenos Aires casi avenida Roque Pérez y se retiró en libertad, morigerada con una orden de restricción de acercamiento a la víctima y una prohibición de salir del país sin pedir permiso.
Se trata del funcionario político y dirigente deportivo acusado de golpear, violar y amenazar de muerte a una menor de edad, quien ayer se abstuvo de responder preguntas en indagatorias y tampoco a PRIMERA EDICIÓN que intentó dialogar en la vereda del juzgado, pero se negó al salir y, sin que nadie ni nada lo pusiera en una situación de riesgo, se retiró corriendo y hasta inquietando a los encargados de una despensa a la que entró por una puerta y salió raudamente por otra para cruzar en pocos segundos el ancho bulevar de la avenida Roque Pérez en sentido hacia el barrio Villa Sarita.
Vale remarcar que minutos antes se notificó de la imputación provisoria por “abuso sexual agravado con acceso carnal”, indicada por el juez Ricardo Walter Balor y de la libertad bajo caución real por diez millones de pesos que le fijó con el adicional solicitado por el fiscal de Instrucción 6, René Germán Casals, de prohibición de salida del país.
Finalizó los trámites con la negativa a ser indagado, derecho que lo asiste, y se retiró.
En sentido contrario se puede recordar que, la víctima lo denunció el viernes 17 de mayo ante el fiscal mencionado y todo lo que sufrió lo reiteró doce días después ante especialistas del Cuerpo Médico Forense del STJ en Cámara Gesell.
El fiscal Casals solicitó al juez Balor la detención del acusado apenas fue denunciado. Pero el magistrado decidió solo dictar la restricción de acercamiento del señalado con la víctima y la colocación de un botón antipánico al celular de la adolescente.
El miércoles 5 de junio, la menor ratificó en el expediente y, de acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, no dio señales ni dudas de fabular o dar una versión extraña o forzada pro terceros. La víctima no mintió.
Como lo adelantó este Diario, se desprende la contundencia de la denuncia y su ratificación en frases resumidas de la adolescente: “Yo trabajaba en la casa cuidando al hijo. Yo quise hacer la denuncia porque él (acusado) cada vez que me quería llevar a mi casa, me acariciaba el pelo y yo le decía que a mí no me gustaba que me tocaran el pelo, le pedía por favor que no lo hiciera. Pero él se reía y decía que no pasaba nada y en vez de llevarme a mi casa tomaba otro camino. Paraba y me empezaba a hablar de sexo y a preguntarme si yo quería perder la virginidad. Yo le respondía que por favor me llevara a mi casa, que no me sentía cómoda y que me quería ir”.
“Le dije a mi mamá que no quería volver a trabajar, que no me sentía bien. No fui por una semana, hasta un martes que volví y estaba la esposa. Ella me preguntó si yo podía quedarme con el nene porque ella iba a salir. Yo comencé a jugar con el hijo y él (acusado) salió de la pieza y aprovechó que no estaba la mujer, me agarró de la muñeca y al hijo lo sacó afuera de la habitación”, dijo la menor y luego relató los abusos con acceso carnal, pero se reservan tales detalles.
“Cuando comenzaron los manoseos hacía frío recuerdo, cuando me violó ya hacía calor”, sostuvo la víctima en otro tramo de presentación judicial. “Me repetía que a mí me iba a hacer desaparecer y me iban a encontrar muerta, tirada por ahí”.