Tantas veces se opina sobre lo que implica ser una “buena madre”, quizás no de forma directa o expresa, pero en cada actitud y decisión que toma una mujer, todavía hoy, se cuela el juicio sobre dónde la ubica eso que decidió como madre. Por eso me permito invitarlos a reflexionar sobre los padres: ¿Qué es ser buen padre hoy?
El rol del padre ha evolucionado considerablemente, pasando de ser tradicionalmente visto como el proveedor principal, los padres de hoy en día están cada vez más involucrados en todos los aspectos de la crianza, desde el cuidado diario hasta el apoyo emocional. Este cambio ha permitido que los padres formen vínculos más estrechos con sus hijos, desempeñando un papel vital en su desarrollo integral.
Sin afán de tener la razón y solo con algunas certezas, comparto estas ideas con el fin de reflexionar para seguir creciendo y darnos de la mejor manera a lo más importante de nuestras vidas, nuestros hijos.
Creo que para ser “buen padre” no alcanza un gesto, se necesita involucramiento sostenido en el tiempo, sostén económico y afectivo en lo cotidiano: desde preparar un desayuno, jugar, acompañar al club, llevar y traer, escuchar, estar, todo eso y más. Me refiero a ese involucramiento que permite participar en la toma de decisión diaria de lo que es mejor para ellos.
No se trata de tachar casilleros, nadie les pide perfección, pero tampoco nos engañemos, no basta con la intención.
La paternidad no es un cargo vitalicio que te da la sangre, es acción. No cualquier acción, una acción comprometida y desde el amor, no es el regalo caro, es el regalo pensado.
¿Cómo medimos estas acciones? ¿Cuánto pesa una acción realizada hoy desde el amor y compromiso de quien tal vez en su infancia no lo tuvo?
La medida es personal, mirando cada historia. No hay una sola vara, lo que pesa es el amor y compromiso detrás de cada acción, desde lo que cada uno es y en contexto con las herramientas que cada uno cuenta.
Hoy es un día de festejo, de nostalgia, de encuentros, desencuentros y ausencias, en realidad los “días De” siempre son un poco así. Es un buen día para regalar amor a los padres y a los hijos que no pueden festejar o que extrañan, los que están cerquita y los lejanos.
Celebremos con alegría y sin culpa a todos los padres importantes de nuestra vida.
En mi caso celebro a mi papá que me acompaña desde el Cielo, al padre de mis hijos que tengo acá cerquita y que me brinda la tranquilidad más grande del mundo al saber que mis hijos cuentan con él en su vida, celebro a su papá, celebro a quienes accionan desde el amor y cuidado, cada uno a su manera.
Hay familias con padres y sin padres, con dos papás o con ninguno, ninguna es mejor que otra y esto también es motivo para celebrar.
Feliz día a todos los padres que de verdad lo son, deseo que la vida los colme de fuerza y amor y que en el ejercicio de la paternidad, puedan poner cabeza, abrazo, corazón y evolución con lo propio, haciéndose cargo hasta conmover.
Que tengan un día hermoso. Abrazo fuerte a los que festejan y más fuerte si hoy duele. Deseo desde el alma que podamos criar hijos que sean de esos padres que amamos celebrar.
Valeria Fiore
Abogada-Mediadora
IG: valeria_fiore_caceres