Hace una semana, un productor de la Colonia San Alberto de Puerto Rico fue torturado y asesinado en su propiedad. Al mismo tiempo, la Estancia Santa Bárbara de Santo Tomé, Corrientes, sufría un asalto y, antes del fin de semana, volvieron a robar ganado de la zona rural del municipio de Santiago de Liniers.
Todos estos hechos culminan en un denominador común: preocupación por la escalada de inseguridad rural en la región, una problemática tan mencionada como cotidiana para los colonos.
Por este motivo, desde el Distrito Ocho de la Sociedad Rural Argentina (SRA), como la Sociedad Rural, Ovina, Caprina, Equina y Porcina (SROCEP), emitieron un comunicado pidiendo que se tomen mayores medidas de seguridad.
“Resulta prioritario garantizar la seguridad física y jurídica de los productores y las comunidades rurales misioneras y correntinas”, manifestaron ambas sociedades en sus respectivos comunicados.
Desde la SRA, por su parte, explicaron que, desde la entidad, avanzaron en acciones específicas con autoridades e instituciones correspondientes, como ser la Gendarmería Nacional División Misiones y Corrientes, la Fiscalía de Estado de Corrientes, el Juzgado de Instrucción de Apóstoles, la Policía de Misiones, Policía de Corrientes, PRIAR (Policía Rural e Islas y Ambiente Rural), Ministerio de Seguridad y Ministerio de Producción de Corrientes, como así también el Ministerio del Agro y la Producción de Misiones.
Por su parte, desde la SROCEP, reiteraron su “voluntad y predisposición para colaborar e impulsar acciones junto a las instituciones que correspondan, en defensa y amparo de quienes trabajamos la tierra, los cultivos y los animales”.
Robos cotidianos
Productores y trabajadores rurales deben redoblar esfuerzos en materia de seguridad, ya que, para ellos, es moneda corriente sufrir algún robo de cualquier tipo.
“Se repiten los robos en las chacras, robo de metales, máquinas, herramientas. Tenemos el caso de gente que está trabajando en la chacra con su camioneta cargada con una motosierra, una motoguadaña, algunas herramientas y, mientras está trabajando, con alguna de estas herramientas, le roban las otras, como ser la pulverizadora, la desmalezadora”, explicó el dirigente de Productores Autoconvocados de la zona norte de la provincia, Sergio Delapierre, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Según Delapierre, la situación se agravó de tal modo que las personas ya no tienen miedo de robar, ya que perciben que no van a tener ningún tipo de problema, que nadie los puede acusar, porque es distinto al robo en la ciudad donde hay cámaras, tampoco testigos que puedan brindar testimonio.
“A eso sumale a que es muy laxa la legislación en castigar a los ladrones de este tipo de elementos, eso hace que la gente fácilmente se decida a delinquir para hacerse de unos pesos con mucha facilidad y son cosas fácilmente vendibles, porque una herramienta de las que se utilizan en las chacras son fácilmente colocables y no dejan rastro. Todo eso hace que la gente continúe delinquiendo”, explicó el productor.
Asimismo, advirtió que las necesidades económicas también aportan a la decisión de varios de optar por la delincuencia. “Hay gente que dice que la pobreza no tiene nada que ver con el delito, yo pienso que es totalmente lógico que, al haber más gente con necesidades, va a haber más casos de robos, eso es automático”.
Y esta necesidad no pasa solamente por buscar mejor calidad de vida, ya que también adjudica estas decisiones a las drogas que, la dependencia a las mismas, hace que la gente se anime más. “Sobre todo los jóvenes, a meter mano en lo ajeno y es lo que está pasando”.
Inversión en la policía
Para Delapierre, el trabajo de las fuerzas policiales, en las zonas rurales, eventualmente se ve limitado por la falta de recursos económicos.
“El principal motivo, de la falta de recorridas, sobre todo en las colonias, es la falta de dinero, porque desde que nosotros armamos la caja compensadora, donde le damos recursos a la policía, de origen privado, ellos están recorriendo más. Tenemos un grupo donde ellos nos informan todos los operativos que ellos van haciendo y están enganchando gente con motos robadas, con objetos robados”, explicó.
En esa línea, advirtió que eso se evidencia más en las zonas más alejadas a los destacamentos, donde incurren menos delitos y se detienen a más personas, mientras que en los puntos más alejados, los robos continúan.
“No hay ningún descubrimiento, pero se comprueba de que si la policía tuviera móviles mejores acondicionados y más dinero para el combustible, se podría amedrentar a mucha gente”, señaló y tomó como ejemplo el ya, tristemente, tradicional robo de ganado, donde dos personas trozan al animal en el lugar para subirlo a un vehículo y escapar.
“Hay un riesgo para los ladrones, de que la policía esté más en la calle, hay un riesgo mayor y eso es lo que nosotros queremos demostrar y está demostrado”, redundó.
Falencias del sistema
Sergio Delapierre no tuvo reparos en apuntar contra el actual sistema judicial, al que calificó como “obsoleto” y aseguró que lo que se necesita, para el caso de los delitos rurales, es el Sistema Acusatorio, que se implementa en varias provincias del país.
“Incluso hay gente de Misiones que ya trabajó el tema, para que se utilice un sistema distinto, donde los fiscales acusan y tienen los abogados que defienden, y rápidamente le presentan las dos posiciones al juez y él ya dicta sentencia”, expresó.
“Ese es un sistema que ya funciona así en muchas provincias y se haría mucho más rápido, mucho más diligente todos los juicios”, insistió.
Por otra parte, advirtió que faltan cárceles para que no siga ocurriendo la famosa “puerta giratoria”. Según el productor, la falta de espacios en las mismas le genera un inconveniente a los jueces que terminan liberando a los acusados de los delitos rurales, por considerarlos delitos menores.
“Es eso lo que está pasando, los delitos menores son los robos de las vacas, de madera, de frutas, de un cable. Son delitos menores, excarcelables, entonces los tipos van 15 veces a la cárcel y salen libres”, apuntó.
Por este motivo, su propuesta es mejorar las estructuras carcelarias, para que ya no se usen los calabozos de comisarías para las detenciones. “¿Cuánta gente se escapó, porque los calabozos de la policía no están preparados para albergar gente y menos la cantidad de gente que hay adentro?”, apuntó.
Por la misma línea advirtió que se cambiaría el sistema penal, para que la reincidencia sea castigada efectivamente, para que, el que reincida, tenga una pena mayor. “Hay que volver a un sistema donde se eduque al ciudadano de forma efectiva, no permisiva, donde se mida el mérito por el rendimiento”.
Perseguir fantasmas
Hace unas semanas, un productor de Comandante Andresito fue detenido porque se encontró el cuerpo de un hombre muerto en su propiedad. La pronta detención y tardía respuesta del juzgado en resolver su excarcelación movilizó a los colonos de la comunidad.
Respecto a esto, Delapierre señaló que no quiere “ver fantasmas en eso” y que no considera que haya una mayor de rigurosidad con la gente de la chacra. “Hay una falta de castigo por cualquier tipo de delito, eso es lo más grave”, finalizó.