La organización Argentinos por la Educación divulgó ayer su informe “Pruebas estandarizadas: dar información a las escuelas es clave para la mejora educativa”. Un trabajo que expuso que el 21% de las instituciones a nivel nacional admitieron nunca haber recibido los resultados sobre su participación en las pruebas Aprender 2019; y otro 14,6% no sabe si se accedió o no.
Eso mismo se vio reflejado en la encuesta para directores que venían junto a las pruebas Aprender del año 2022, es decir, las anteúltimas que se realizaron a estudiantes secundarios de todo el país.
Se trata de un dato alarmante si se tiene en cuenta que los resultados de las Aprender deberían ser utilizados como puntapié para revertir las dificultades y debilidades que tienen los alumnos en ciertas áreas como lengua y matemática.
En ese sentido, el informe al que accede cada escuela desglosa con gráficos el porcentaje de alumnos con desempeños satisfactorios, avanzado, básico y por debajo del nivel básico por institución.
Por otra parte, la accesibilidad de los reportes de los resultados de las Pruebas Aprender varía mucho entre provincias.
Tal es así que directores de escuelas en Córdoba (89,9%) y Entre Ríos (84,5%) se destacan por los altos niveles de acceso a estos reportes. Luego, por el contrario, Neuquén (33,5%) y Santa Cruz (38,6%) registran los niveles más bajos de acceso.
En cuanto a Misiones, según la investigación, el 68% accedió a los datos: 46,2% de forma física (informe papel) y 21,4% de forma digital. Sin embargo el 19,6% no accedió y el 12,4% admitió “no saber si accedió”. No obstante, la provincia quedó como la séptima que más aludió haber recibido información.
Utilización de esos datos: factor clave para mejorar
Por otra parte el informe hace referencia a qué utilización le dan las instituciones escolares a esos resultados, de haberlos recibido.
Si se disgregan los datos por provincia, según el informe, Córdoba lidera con un 95,5% de los directores que accedieron y consideran que el mismo ha servido como insumo, seguida por Tucumán con un 94,2%.
En el otro extremo de la tabla están algunas provincias como Neuquén y Río Negro que reportan los porcentajes más bajos de uso del reporte de Aprender 2019, con un 54,9% y un 47,6% respectivamente.
Dichos resultados sugieren que una menor proporción de directores en estas provincias considera el reporte como un elemento útil para su labor directiva.
En ese sentido, la disparidad en la utilización del reporte entre las distintas provincias podría ser indicativa de la variabilidad en la percepción de la utilidad de dichos datos o en la capacidad de los directores para integrar la información en estrategias de mejora escolar.
En otras palabras, dichos datos ofrecen una perspectiva valiosa sobre el impacto y la relevancia que los directores asignan al reporte de Aprender 2019 en el contexto de la gestión educativa a nivel provincial.
En ese marco, el coautor del informe Alejandro Ganimian afirmó que “los 24 equipos de evaluación jurisdiccionales y el equipo coordinador nacional realizan un gran esfuerzo cada año para recolectar información confiable y válida acerca del aprendizaje de los estudiantes.
Si bien los diagnósticos globales que se realizan con esos datos pueden informar las prioridades de política educativa a nivel nacional y jurisdiccional, la evidencia nos indica que su mayor valor es como herramienta de diagnóstico para las escuelas”, afirma.
Dicho eso, “necesitamos no solo continuar con su devolución en tiempo y forma a las escuelas, sino pensar cómo podemos hacerlos aún más relevantes para las necesidades de los directores y docentes, para mejorar la gestión escolar y la enseñanza”, agrega Ganimian.
La visión de los profesionales
Finalmente, para culminar, del informe se desprenden algunas recomendaciones de los autores que son profesionales de la educación.
Estos destacan la importancia de continuar, fomentar y evaluar esta política educativa debido a su bajo costo y resultados positivos.
Además, se incita a explorar la posibilidad de entregar los resultados de los estudiantes a los docentes de las escuelas.
Por último, la devolución de las pruebas estandarizadas no solo aplica a las pruebas de nivel nacional (como Aprender) sino también a las distintas pruebas provinciales, aunque cabe destacar que algunas provincias ya ofrecen esta retroalimentación a las escuelas.
A partir de los datos del informe, el investigador de FLACSO, Daniel Pinkasz, resalta que “el uso de la información de resultados pareciera ser más efectivo cuando se realiza un trabajo relevante para la escuela y con las herramientas adecuadas”.
En ese sentido, el documento “pareciera estar en línea con estudios e iniciativas que señalan la importancia de considerar a los directivos y docentes no solo como meras audiencias, sino como usuarios con requerimientos específicos que es necesario conocer y acompañar”, consideró Pinkasz.