En el complejo entorno educativo, la gestión efectiva de conflictos es esencial para promover un ambiente de aprendizaje saludable y constructivo. Hoy quiero reflexionar sobre la creciente importancia del enfoque restaurativo en este ámbito, que, además de abordar los desafíos contribuye al desarrollo personal y comunitario de estudiantes y educadores.
El enfoque restaurativo, se centra en la reparación de relaciones y la responsabilidad compartida. Va más allá de la resolución de conflictos para abordar las causas subyacentes y promover una cultura de comprensión y empatía influyendo en la propuesta pedagógica y la regulación disciplinaria.
Mirar restaurativamente implica ver los conflictos como oportunidades para el crecimiento personal y la construcción de comunidades más fuertes, ya que además de procurar la corrección del comportamiento problemático, fomenta el entendimiento mutuo y la responsabilidad individual.
La implementación de este enfoque tiene un impacto positivo en el clima escolar al posibilitar una comunicación abierta y la resolución pacífica y colaborativa de conflictos, creando un entorno que favorece el bienestar emocional y el compromiso académico. Supone un nuevo modo de mirar antiguas situaciones, generando diálogos responsables y procedimientos para trabajar constructivamente las diferencias en lugar de cercenarlas.
Las prácticas restaurativas promueven la confianza y la colaboración no solo entre estudiantes, sino también entre educadores, padres, madres y personal escolar.
Se trata de un enfoque clave a la hora de abordar conflictos siendo además un catalizador para el cambio cultural que promueve el respeto mutuo, la responsabilidad y la creación de comunidades escolares vibrantes y resilientes.
La implementación de prácticas restaurativas no solo resuelve problemas; sienta las bases para un entorno educativo que nutre y empodera a todos sus miembros, permitiendo superar la visión de la disciplina como algo que se aplica ante un incumplimiento para verla como una instancia de formación integral.
Este modo de gestionar la convivencia ya cuenta con numerosas y exitosas experiencias habiendo mejorado significativamente la dinámica escolar lo que puede apreciarse tangiblemente en el comportamiento de alumnos y su rendimiento académico.
Valeria Fiore
Abogada-Mediadora
IG: valeria_fiore_caceres