El primer día del año escolar es toda una aventura para los más pequeños de la casa pues algunos lo toman de la mejor manera mientras que para otros significa llanto y malos momentos, por este motivo, los padres deben procurar que no se convierta en un evento estresante o tormentoso.
Antes del primer día de clases
1. La mejor forma de prepararlos ante la entrada a clases es contándoles lo que va a pasar y entusiasmarlos los días previos.
2. Otra cosa que les gusta mucho a los más pequeños es que los padres les relaten sus propias experiencias cuando niños, ya que esto los ayuda a identificarse con ellos y los ayuda a relajarse, ya que se dan cuenta de que sus padres también pasaron experiencias parecidas.
3. También se les puede involucrar en la compra de los útiles escolares, que ellos puedan elegir el diseño y color que les gusta para su mochila, los útiles.
4. Los padres deben hacer comentarios positivos sobre el centro preescolar, nunca negativos o amenazantes como: “Si no haces caso, te van a castigar”. Lo único que se podría conseguir con esto es traumatizar al niño.
5. Tampoco chantajearlo, diciéndole frases como: “Si te quedas tranquilito, te doy un regalo” o “Te llevo a comer lo que te gusta”.
6. Hay que hablarle siempre de las cosas positivas que encontrará en la escuela: nuevos amigos, nuevas actividades, canciones, juegos.
7. La noche anterior al primer día debe ser tranquila. Se recomienda hacer las actividades con tiempo (la cena, el baño), dejar un espacio para los cuentos, ir ordenando la rutina. Tienen que acostarse con la tranquilidad de que el día siguiente va a ser uno de los más importantes y lindos de su vida.
El día de entrada a clases
1. Los padres deben estar tranquilos y demostrar confianza a sus hijos.
2. Si el niño llora, no se le debe amenazar con castigar. Hay que ser empáticos y ponerse en su lugar, tratar de calmarlo, bajarle la ansiedad y darle tranquilidad, guardando una actitud serena. Se recomienda hablar con el niño utilizando palabras sencillas para explicarle que debe quedarse y que al igual que a los demás niños no le pasará nada.
3. Es importante explicarle también que regresarán por él o ella cuando terminen las clases. Eso sí, los padres deben estar a tiempo a la hora de salida para que los niños no se angustien.
4. A veces es mejor despedirse del niño en la puerta y dejar que la maestra lo lleve al aula, nunca quedarse a ver al niño por una ventana o una reja ya que solo se prolonga el sentimiento de nostalgia en el niño.
Después
1. Cuando lleguen a casa, los padres deberán mostrarse interesados en lo que hizo el niño o niña. Pregúntenle sobre sus amigos, profesora, actividades y continúen reforzando positivamente.
2. Al día siguiente y durante el resto de la semana, hay que mantener la misma actitud positiva y de calma cuando se lleve al niño a clases. A veces el período de adaptación suele durar una semana, con una eventual recaída el lunes siguiente tras el fin de semana con los padres, por lo que hay que tener paciencia y mucho amor.
Cecilia Castillo
Lic. en Psicología
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