La batalla del ambientalista Omar Auada por la reserva que adquirió hace algunas décadas para proteger cientos de hectáreas de selva paranaense en el corazón de Misiones sigue sin dar tregua y, ahora, después de tres años de incumplimiento de los acuerdos para su protección, exigirá una reparación a la Provincia.
Se trata de la reserva Eco El Paraíso dentro de un área con la más rica diversidad mundial, sin mencionar que allí se encuentra la cuenca del arroyo Tabay, donde la cooperativa de agua local tiene la toma para proveer a la población de Jardín América.
Entre 2014 y 2018, Eco El Paraíso estuvo al borde del remate, cuando a su propietario le bloquearon los fondos millonarios que tenía que percibir por la Ley de Bosques, desfinanciaron su proyecto de conservación y paralelamente Rentas de la Provincia le ejecutó un embargo por una deuda fiscal que apenas ascendía a 17 mil pesos.
“Nunca se preocuparon por el daño ambiental, solo desfinanciaron el proyecto y luego cuando se liberaron los fondos (algo más de 400 mil pesos), el dinero me alcanzó para pagar algunas deudas provinciales y a los abogados. En 2020, cuando Mario Vialey se encontraba al frente de Ecología, la Provincia se comprometió a reparar todo el daño por el abandono en que caímos por falta de recursos, pero nunca lo hizo. La idea es que se investigue porqué no se quiere cuidar esta parte del monte”, reclamó Omar Auada en diálogo con PRIMERA EDICIÓN y exhibió un expediente surgido a partir de un pedido de informe solicitado por quien era entonces diputado provincial, “Cacho” Bárbaro, que dejó al desnudo que jamás existió ningún un acto administrativo del banco para bloquear los fondos que debió haber cobrado Auada en 2015, causal de todos los problemas.
Amparo
“Vamos a elevar un recurso de amparo ante la Justicia para que ordene la reparación del daño causado y que inmediatamente hasta tanto se resuelva de fondo, se ponga vigilancia en la reserva para que se detenga la depredación y la invasión de cazadores furtivos, porque no nos están dejando nada, están depredando todo. Realmente es tristísimo”, lamentó.
“La casita del guardaparque es una tapera, los caminos internos están destruidos y la fauna y la flora saqueados. Es un desastre ambiental sin precedentes”, agregó el ambientalista.