James Harrison es el hombre que ha salvado a millones de bebés y su vida hoy da vueltas en las redes. Es que la sangre de este australiano apodado “el hombre con el brazo de oro”, contiene un anticuerpo muy poco habitual que se puede usar para tratar a los bebés con la enfermedad de Rhesus, un tipo grave de anemia causado por incompatibilidad entre la sangre del feto y de su madre.
Los medios internacionales afirman que ha donado sangre más de un millar de veces en 64 años, salvando a millones de bebés.
Es tan buena y rara su sangre que al utilizar su plasma, los médicos crearon una vacuna especial de Anti-D que se introduce en los organismos de las mujeres embarazadas y protege a sus hijos.
En mayo del 2018, a los 81 años y habiendo superado la edad límite para ser donante, se retiró después de salvar a 2,4 millones de bebés, según el informe de la Cruz Roja Australiana.
“Es el fin de una era”, dijo Harrison, administrador ferroviario jubilado, desde su casa en Nueva Gales del Sur, Australia. Y agregó que dejar de donar sangre: “Fue triste porque yo sentía que podía continuar”.
No le gustaban las agujas
Cuando James Harrison tenía 14 años requirió una operación; más tarde, se dio cuenta de que también necesitó una cantidad considerable de sangre de desconocidos para sobrevivir a ella.
Cuando se convirtió en adulto y ya recuperado, Harrison dijo que sintió que debía saldar esa deuda. Durante los siguientes sesenta años reprimió su aversión a las agujas -dice que nunca ha querido ver cómo son insertadas en su brazo- y donó sangre en distintos lugares de Australia aproximadamente cada dos semanas.
Los médicos hicieron un descubrimiento sorprendente: la sangre de Harrison contenía un anticuerpo inusual que es necesario para hacer un medicamento pionero, el cual los funcionarios del Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana dicen que ha ayudado a salvar a más de dos millones de bebés de una enfermedad potencialmente mortal.
Desde 1967, dijeron, se han administrado a madres más de tres millones de dosis de Anti-D, como se llama el medicamento que tiene como un ingrediente la sangre de Harrison.
Ante tamaño historial de donaciones es también poseedor de un Record Guinness como el mayor donante de sangre de la historia y en 1999 fue condecorado con la Medalla de la Orden de Australia.
En la imagen está Harrison -el Hombre del Brazo de Oro- apretando una pelota antiestrés para bombear sangre mientras cuatro globos de color plateado flotan cerca de él. Los globos tenían la forma de los números 1 1 7 3, por la cantidad total de veces que donó sangre. Se lo ve feliz junto a mamás con los bebés que nacieron sanos gracias a la vacuna con sangre Harrison.
La moraleja de esta historia real es: “Dona sangre para salvar vidas”.