El cambio climático también golpea a la provincia de Misiones y durante los últimos meses fuimos testigo de ellos. En el lapso de un año, pasamos de falta de agua y sequía en todo el territorio, a tener abundantes precipitaciones y hasta inundaciones, que si bien pueden ser positivas, en ocasiones afecta gravemente a la producción y la población local.
José Olinuk, agrometeorólogo del INTA, dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones y se refirió a este tema, haciendo foco en la zona productiva y cómo afecta el fenómeno “El Niño”.
“A medida que pase al tiempo tenemos que estar siempre alertas, si no es por un tema u otro y cada vez más. El clima que se está volviendo cada vez más variable, pasamos de extremos de sequías, estuvimos como cuatro años con serios problemas por falta de agua, que todo el mundo se acuerda y pasamos rápidamente a esta época de El Niño muy intenso, con muchas lluvias, con exceso ya de lluvia y con exceso de tormentas, de granizo. Tanto un una situación como en la otra es lógico que traiga serios problemas a todos y principalmente al campo”, resumió.
Ante este panorama, indicó que si bien las lluvias también provocan daños, es preferible este tipo de condiciones a las de la sequía extrema. “Comparando una cosa con otra, es mejor esta situación (lluvia), porque con la sequía prácticamente pierden todos, había incendios y falta de agua. Cuando hay exceso de agua, hay cultivos que sufren, pero hay muchos que se adaptan”, explicó Olinuk.
Para la yerba mate, el té, lo forestal, y la pastura en general, “el crecimiento es muy bueno”. La situación cambia cuando se hablan de cultivos más sensibles y de mayor duración.
Durante los últimos meses, “no tuvimos falta de agua pero los cultivos sintieron el exceso, tuvimos problemas con la mandioca en zonas anegadas donde se perdió. En la costa del Uruguay, donde creció tanto el río, hubo pérdidas de maíz, mandioca, mamón, entre otros. Hay lugares donde se perdió totalmente el cultivo de tabaco”, comentó.
“Se perdieron cosechas pero queda un tiempo suficiente para sembrar y sacar una cosecha”, agregó.
Expuso que el suelo de la tierra colorada “se comporta de una manera muy variable, tan variable como es el terreno. Tenemos lugares con muchas pendientes donde puede llover mucho; Alem, Almafuerte son zonas pedregosas, con distintas pendientes, entonces nunca tenemos problemas de anegación”.
A esto último añadió: “Hay zonas de llanura, ya cerca de la costa del río Uruguay, en una zona muy productiva, que tienen problemas más serios y encima dependen del río que ha crecido tanto. Eso ya demora más, tenía que pasar más de un mes con ‘mejor’ tiempo para que vuelvan a entrar a sembrar”.
Por otro lado, el agrometeorólogo reafirmó la información que se maneja sobre el fenómeno de “El Niño” y su duración hasta poco más del inicio del otoño, donde esperan que “vaya perdiendo un poco de su intensidad”, dijo.
Sin embargo, sostuvo que las lluvias pueden comenzar a ser menos abundantes que las registradas durante los últimos meses. “Podemos esperar que las lluvias todavía continúen siendo superiores a los valores normales, pero no con el exceso que tuvimos entre octubre y noviembre”, dijo.
Como dato, afirmó que diciembre mostró, en el INTA, “236,8 milímetros de lluvia; nada que ver con los 530 que habíamos tenido en octubre y noviembre”, cerró.