Una mujer denunció que un hombre de nacionalidad paraguaya raptó por segunda vez a su nieta de 14 años y embarazada de ocho meses, señalaron fuentes del caso.
La denunciante, de 64 años, manifestó a la policía que ayer pasadas las 4.30 una de sus nietas con la cual convive y que padecería retraso madurativo, la despertó para avisarle que observó a un hombre (al cual identificó y se supo tendría unos 41 años), ingresar a su domicilio, en cercanías a la ruta provincial 15, altura de Colonia Guaraypo de Montecarlo, quien se llevó caminando a su otra nieta de 14 años.
La adolescente, meses atrás habría mantenido un vínculo amoroso con el hombre que señalan como el secuestrador y no se descarta que sea el padre del bebé en gestación.
El extranjero acusado de llevársela sería el mismo que lo hizo anteriormente, a mediados de octubre pasado.
La abuela de la menor agregó que constató que la puerta de acceso a su vivienda estaba violentada por el presunto autor del hecho, quien incluso fue visto merodear la zona días antes. Fue muy llamativo que el individuo utilizó el mismo modus operandi que la última vez, es decir ingresar a la fuerza al domicilio para poder llevarse a la menor.
Todavía persistía la búsqueda de la adolescente, con colaboración de las fuerzas federales teniendo en cuenta que no se descartaba que el acusado la llevó hacia la frontera, con la intención de seguir escapando hacia Paraguay, a través de alguno de los pasos clandestinos.
El primer caso
El martes 17 de octubre pasado la misma adolescente fue raptada, al parecer por el mismo individuo que lo hizo ayer a la madrugada, según lo denunció su abuela.
Pese a que hubo una intensa búsqueda y rastrillajes en la zona, con allanamientos incluidos, pasaron los días y no pudieron ubicar a la víctima.
En esa ocasión, la denunciante relató que durante la noche tres individuos arribaron a su domicilio a bordo de un automóvil gris y se llevaron a su nieta, que estaba en una de las habitaciones de la casa cuando ingresaron los secuestradores.
Todo fue muy rápido y la mujer no pudo hacer nada. Incluso hubo vecinos que observaron la situación pero temieron por su integridad física, ya que al parecer uno de los malvivientes tenía en su poder y habría exhibido un arma corta tipo revólver o pistola.
Poco después, los investigadores policiales hallaron al supuesto conductor del vehículo, quien dijo ser un remisero de la zona. Se desligó del ilícito y habría manifestado que subió a dos pasajeros que le dijeron que tenían que llevar a una jovencita al hospital, y que luego los dejó en la terminal local.
Un hermano del sospechoso también estuvo bajo la lupa de los policías. Sin embargo, desde la Justicia no se pudo probar fehacientemente que ambos hombres fueron presuntos colaboradores del acusado.
La jovencita fue hallada una semana después, cuando se presentó en la comisaría. Según habría dicho la denunciante, su nieta tuvo un vínculo afectivo con el sospechoso, lo cual habría sido autorizado por los padres de la menor, lo que configura un delito debido a la edad de la víctima.