En una semana habrá nuevo Gobierno nacional y, en consecuencia, un cambio de políticas económicas que repercutirán en la vida de los argentinos. El presidente electo, Javier Milei, viene advirtiendo que habrá estanflación en los primeros meses de mandato, que se podría extender por al menos dos años (es decir, por la mitad de su mandato constitucional).
“Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal eso va a impactar negativamente en la actividad económica”, respondió ante una consulta radial cuando confirmó a Luis Caputo al frente de Economía.
Incluso admitió que el único Ministerio que “… será la única billetera que va a estar abierta es la de Capital Humano para dar contención a los caídos. La inflación tiene que ver con lo que vos hiciste en política monetaria hace 24 meses y eso ya fue decidido, ya fue hecho. La política monetaria actúa con rezagos”, comentó el presidente electo.
Desde la futura oposición, fue la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner que anticipó que la estanflación sería “una catástrofe social”.
Sobre qué es, qué antecedentes hay y qué efectos puede producir la estanflación, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) y extitular del Fondo de Crédito de la provincia, Horacio Simes, dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 7 “Somos Misiones” de Flow.
En primer término, recordó la llegada de la estanflación a la Argentina. “La estanflación es un proceso que ha sido mayormente conocido en el mundo, en la economía, a partir de los años ‘70, con la crisis del petróleo que llevó a la mayor parte de las economías avanzadas en el mundo de aquel entonces, a observar estancamiento e inflación paralelamente. Hasta ese momento, se trató de un proceso no previsto, porque se esperaba que las economías aun con inflación, crecieran un poco. A partir del año ‘70 y primera mitad de esa época, las economías dejaron de crecer y los procesos inflacionarios continuaron. Por eso entiendo que el candidato a presidente electo (Javier Milei) se refirió a una situación de no crecimiento pero con el ritmo de inflación todavía acelerado como ocurre en el país desde los últimos años”, relató Simes.
Por las declaraciones de Milei y su entorno, el Decano aseguró que se podría esperar una “recesión”.
“Si se habla de ajuste fiscal, significaría recortar recursos del Estado, significaría que se pudieran detener o ralentizar ciertas actividades. Así, disminuiría el empleo y la producción, el crecimiento de la economía y por eso se habla de estancamiento o directamente de recesión”, indicó.
Para Horacio Simes “por otro lado, tenemos a la inflación que iría por un camino diferente, en tanto y en cuanto la reducción de la misma no sea inmediata -como se viene anunciando- por ciertas características que tiene. Porque es inercial, porque el fenómeno monetario que se espera puede demorar en el impacto en la economía, entonces la inflación seguiría siendo alta aunque la economía iría frenando la actividad”.
¿Es la primera vez que podría ocurrir una estanflación tras el retorno de la democracia hace 40 años? La respuesta del Decano de Ciencias Económicas de la UNaM, es que no.
“En los últimos años, hemos vivido con cierto grado de inflación desde 2012 a 2013 y luego en el período 2015 a 2018 también, con lo cual es una situación económica que la venimos teniendo aunque con un menor grado de crecimiento como el año pasado. Quizás ahora, lo que se está anunciado, es que será de una manera un poco más pronunciada. Quizás el parate de la actividad económica que se espera, de acuerdo a las proyecciones que están haciendo los equipos económicos del Gabinete, sea más pronunciado”, detalló.
Implica un costo
Preguntado sobre los principales efectos negativos, el académico misionero, explicó que “en general, cuando se abordan este tipo de planes donde la principal herramienta para acabar con la inflación es el detrimento o la ralentización de la economía, uno espera que a partir de la estabilidad de los precios se pueda volver a crecer ordenadamente. Ahora, esto implica un costo y lo que se anuncia es un costo en términos de ingresos, de empleo, quizás de pobreza donde un cierto sector de la población lo va a tener que asumir. Luego verá cómo se va recuperando, una vez que la economía se estabiliza y pasa a un sendero de crecimiento”.
Simes sugirió que “se podría pensar en incrementar un poco la recaudación. Tenemos un sistema impositivo regresivo, donde recaudamos más por IVA que por Ganancias. Si se combinara con eso, el impacto sería menor”.
“Por el momento estamos a la expectativa, no se conocen oficialmente las medidas por eso no se podría reaccionar sin saber exactamente por dónde se va a ajustar la economía: si será por salarios en primer lugar; si será por la infraestructura; si será por el control de precios o la inversión. Por eso es difícil evaluar un impacto específico”.
Sin embargo, el Decano de Ciencias Económicas se animó a hacer sugerencias: “Si alguien quiere ser cauto, desde el punto de vista de la familia, se pueden priorizar los gastos y no ahondar en los suntuosos o innecesarios. Y las empresas, evitar las sobreinversiones o las expectativas demasiado positivas”, advirtió.
Opinión sobre Caputo
Horacio Simes fue consultado sobre la figura del nominado ministro de Economía, Luis Caputo, quien ya ocupó ese cargo con Mauricio Macri. “Uno lo conoce de su trayectoria previa en este mismo ministerio y también por lo que viene anunciando el presidente electo en las razones de la designación: como alguien que conoce el mercado financiero. Luego habrá que ver cómo se conecta con la economía real (la producción, la inversión, lo que sucede día a día en las empresas y en el campo y en el consumo argentino)”, opinó.
En ese sentido, dijo que “en esta primera etapa, donde el Gobierno lo ha referenciado con las cuestiones financieras, puede ser favorable para un perfil de ese tipo si logra administrar las mismas. Luego, habrá que ver cómo gira o combina esa mirada más financiera con una de la producción, de la productividad y de la competividad general de la economía”.
“Si se habla de ajuste fiscal, significaría recortar recursos del Estado, significaría que se pudieran detener o ralentizar ciertas actividades. Así, disminuirían el empleo y la producción, el crecimiento de la economía y por eso se habla de estancamiento o directamente de recesión”.
Asimetrías
Con la llegada de la estanflación, Simes fue preguntado si se puede “dar vuelta el puente” San Roque González en materia de asimetrías, y volver a convenir comprar en Paraguay. Sobre el tema, respondió: “Dependerá del modelo económico que se vaya a implementar finalmente. Uno esperaría que se pueda revertir el flujo actual, pero no en un primer momento porque si se va a devaluar, se va a acentuar la perspectiva del comercio hacia afuera, por el mismo ingreso de turistas o consumidores externos. Pero si se va ajustado y apreciando nuestra moneda, ese flujo debería invertirse o comenzar una reversión”.
Importancia de los Ahora
Tras la reformulación del programa Ahora de Misiones, quedaron menos cuotas para financiar, pero se sigue manteniendo en el tiempo. Para Simes, los Ahora Misiones “son programas que sostienen el nivel de consumo. Hemos aprendido de los años ‘30 en adelante en la economía, que el nivel de empleo e ingresos depende del nivel de producción. Y esta producción, a su vez, depende del consumo de la economía. El empresariado y las PyME producen lo que esperan vender. Y para poder vender, el nivel de consumo tiene que corresponderse, con lo cual este tipo de programas, ayudan a que el nivel de consumo se sostenga y ayude a sostener el nivel de fábrica y producción”.
Presupuesto universitario
El decano de Ciencias Económicas de la UNaM participó en Mar del Plata de un encuentro de pares de todo el país. Al ser preguntado cómo siguen las negociaciones por el presupuesto universitario para 2024, Horacio Simes dijo que “por el momento somos cautos y estamos a la expectativa.(…) Nuestro equilibrio presupuestario viene siendo ajustado porque tenemos un conjunto de gastos como el comedor, las becas que hacen al día a día de nuestra actividad, pero también proyecciones de futuro donde tenemos nuevas carreras y necesitaríamos incrementar la planta docente y administrativa; y las inversiones en tecnología y mejora de la infraestructura que viene de la mano de la necesidad de un presupuesto que se pueda aprobar teniendo en cuenta estas demandas”.