A más de dos meses de la orden de captura emitida por el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, el paradero de Ramón Alberto Muñoz se convirtió en un misterio y en una nube de sospechas y suspicacias que tiene como protagonista a la Policía provincial con la duda puesta en su eficacia para combatir el delito.
“El Negro” Muñoz tiene 49 años y desde diciembre pasado debe presentarse todos los meses a ratificar su arraigo en los juzgados de Instrucción Penal 1 de Oberá y 1 de Posadas donde está imputado en un millonario robo (700 mil dólares a un empresario obereño) y por “lesiones graves” (julio del año pasado en el barrio Néstor Kirchner) al hermano de un presunto asaltante, Leonardo Aníbal Andino (30) quien fuera abatido por un empleado de seguridad el 22 de febrero de 2022 en el intento por asaltar una fábrica de paneles de madera en Dos de Mayo.
El herido tiene 38 años y es una de las personas que declaró en el Juzgado de Instrucción de San Vicente por el fallido atraco e involucró al “Negrito” Muñoz como el organizador y uno de los ejecutores del golpe.
Vale señalar que en estas dos causas estuvo prófugo hasta septiembre de 2022 cuando fue descubierto en Ituzaingó, Corrientes, y acompañado por dos efectivos de la Policía de Misiones. Investigadores de la Policía de Corrientes los detuvieron tras un raid de disparos y alta velocidad.
Escondidos en el pantalón le descubrieron a Muñoz fajos de dinero, 40 mil dólares y 400 mil pesos. Lo imputaron por resistencia a la autoridad y lo enviaron a Misiones para responder en las causas mencionadas.
Antes de Navidad, fue excarcelado bajo caución y su nombre volvió a sonar entre sospechas por robos que se sucedieron luego en Puerto Rico y Candelaria.
El mismo beneficio le otorgaron a los efectivos policiales, un oficial y una suboficial. Ambos permanecen supeditados a la investigación del juez Pedro Benito Piriz en Oberá y los jefes de la fuerza de seguridad les restituyeron sus funciones.
En el caso del oficial (29), hasta septiembre de 2022 cuando fue detenido a bordo de la camioneta Fiat Toro negra que conducía Muñoz e intentaba escapar de la Policía correntina, estaba asignado a brindar seguridad en el Tribunal Penal 1 de Posadas de la Primera Circunscripción Judicial.
Tal vez aún sirva recordar que, en Ituzaingó, en una vivienda que compró y remodelaba Muñoz se encontró el Renault Fluence que participó del robo con dos jóvenes modalidad “viuda negra” en Oberá entre la noche del viernes 1 y madrugada del sábado 2 de julio de 2022. Tras seducir y dormir a la víctima de 69 años, le revisaron toda la casa, causando destrozos inclusive y escaparon con 700 mil dólares y una pistola calibre 22, entre otros elementos.
En julio pasado, la expareja de Muñoz lo denunció por abuso sexual, lesiones y privación de la libertad. Esto ocurrió en el barrio Los Potrillos de Garupá y la denuncia fue presentada en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X en el barrio Fátima.
Por esta acusación se lo volvió a buscar a Muñoz entre el 21 y 28 de julio en su casa de Garupá pero logró birlar a los investigadores, lo que obligó al juez Balor a solicitar la captura en toda la provincia y que la notificación alcance a las fuerzas federales.
Se lo ve, pero no lo atrapan
Desde entonces y según fuentes contactadas por PRIMERA EDICIÓN, a Muñoz se lo vio transitar por Garupá y cerca de Santo Tomé, Corrientes, en zona de campo y sin que nadie lo redujera y esposara.
Para colorear, un poco más, sus movimientos calificados de impunes, grabó videos y los subió a sus perfiles en redes sociales anunciando su vuelta a la “legalidad” y le solicitaba a su madre los materiales para la construcción de su nuevo hogar en Corrientes.
¿ Y el debate?
El martes 22 de febrero de 2022, Ramón Muñoz debía presentarse a juicio oral ante el Tribunal Penal 2 de Posadas por “robo calificado por el uso de arma de fuego y lesiones graves” como partícipe.
El debate se suspendió por su ausencia y su abogado horas después presentó un certificado de contagio de COVID-19.
En el segundo intento, el 6 de abril, tampoco fue visto y su cómplice -el paraguayo Juan José Ayala- del asalto y disparos a un constructor firmó un acuerdo abreviado por nueve años de prisión efectiva.
Este segundo “faltazo” se habría justificado porque tenía que cumplir con una citación a declarar por el robo a un comerciante de Garuhapé, a quien le sustrajeron joyas y dinero por un monto millonario.
Lo curioso fue que al Juzgado de Puerto Rico tampoco fue y presentó como excusa que tenía el debate pendiente en Posadas.
Hasta el día de hoy, Muñoz no respondió ante los camaristas del Tribunal Penal 2 por dejar en 2016 discapacitado al constructor, le rompieron la tibia y peroné de una pierna a tiros.