Rocamora está de fiesta. No hubo lugar para sorpresas en el estadio Juan Adelino Juritsch. Bartolomé Mitre mostró total autoridad y con una nueva victoria sobre River de Villa Bonita, esta vez por 3-2, se consagró como el nuevo campeón misionero de manera invicta y ahora ocupará el trono que dejó bacante Guaraní Antonio Franco.
De un lado la imagen de la euforia, la alegría y el festejo alocado; del otro la tristeza y hasta lágrimas. Pero al fin y al cabo son las dos caras que hacen al espectáculo y que son parte de casi todas las finales. Y la mejor parte se llevó el Auriazul, que dominó de punta a punta y terminó alzando la copa.
Tras aquel 5-0 de la ida, en el aire había aroma de fiesta, pero todavía quedaba un partido y había que ratificar en cancha. Y el equipo de “Joselo” Bernal lo hizo. Aunque esta vez no fue fácil, volvió a superar al combinado de Pedro Birarelli y coronó un torneo redondo, donde hizo valer su condición de candidato.
River salió dispuesto a mejorar la imagen que dejó en Rocamora. Intenso y con mucha actitud comenzó mejor que el elenco posadeño, que estuvo impreciso y contenido.
El Millonario tuvo su primer llega de peligro con un remate de Elvio Friedrich que dio en el travesaño y posteriormente abrió la cuenta. A los 34’, Ferreira no dio por perdida una pelota, mandó el centro y Leonardo Ramos se anticipó a todos para cambiar la trayectoria de la pelota y así poner el 1-0.
A Mitre le costó entrar en sintonía, pero un equipo con tanta jerarquía todo puede cambiar de un momento a otro y antes que llegue el descanso, dio vuelta el marcador. A los 42’, Cabañas metió un centro pasado y en el fondo ingresó Kevin Klyniauk, que remató de volea para estampar el 1-1. Tres minutos más tarde, el propio Klyniauk ejecutó un tiro de esquina y en el área chica Guido Da Silva les ganó a todos para conseguir el 2-1.
En el complemento, el Auriazul arrancó con otro ritmo y generó varias llegadas claras para ampliar, pero en su mejor momento, el Millonario consiguió la paridad a los 12’. Julio Cabral recibió una pelota al borde del área, giró y metió un potente disparo contra el palo para el 2-2.
Pero el Auriazul no perdió la dirección y se aprovechó del desgaste del rival. La merma física se notó en River, todo le costó más de la cuenta y por más ganas que le puso las piernas ya no reaccionaban.
Bernal se dio cuenta, movió el banco para imprimirle más intensidad al encuentro y sentenció la historia a los 33’ justamente con dos jugadores que recién habían ingresado. Maximiliano Jolod mandó el centro y Axel Vallejos, libre de marcas, definió casi de palomita para el 3-2.
Después de cinco minutos de adición, llegó el pitazo final y se desató la fiesta en Campo Ramón. Mitre comenzó como favorito, lo demostró a lo largo del certamen y se apoderó de un nuevo trofeo.
Ahora será tiempo celebrar, porque fueron casi seis meses de competencia. Después, a cambiar el chip y ponerse a pensar en el Torneo Regional Federal Amateur, que se pondrá en marcha a fines de octubre.