La reducción del déficit fiscal con un pedido al Congreso para que se reconsidere gastos que pudieran llevar al superávit, una inflación de 70% y un crecimiento económico de 2,5% constituyen los lineamientos con que fue elaborado el proyecto de Presupuesto para 2024, iniciativa que sobre el fin de este viernes envió el Poder Ejecutivo al Parlamento.
Inflación
En materia de inflación, las autoridades realizaron los cálculos “con cautela”, según señalan en fuentes oficiales, dada la incertidumbre derivada de la definición electoral.
Se espera que el 2023 termine con un aumento de los precios de 135%, un cálculo inferior al previsto por el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (169%), y se proyecta 70% para el año próximo.
La proyección que Sergio Massa y su equipo hicieron el año pasado para 2023 había sido de 60%.Hay algunos supuesto por los cuales el Poder Ejecutivo cree que el año que viene, si se alinean todos los planetas, el ritmo de inflación podría reducirse a la mitad de un año a otro.
El principal, estimaron en el equipo económico, es la posibilidad verosímil -de la mano de un tratamiento de la separata de gasto tributario- de que si hubiese un presupuesto equilibrado, la falta de necesidad de financiamiento monetario del déficit prepararía el terreno para una desaceleración de precios.
“Si el Congreso determinara un Presupuesto equilibrado o con superávit fiscal, desaparecería la necesidad de emitir dinero para financiar el Tesoro”, aseguraron el viernes en el Palacio de Hacienda.También habrá otros elementos para que eso pudiera suceder, entre ellos cita cómo continuará el régimen cambiario, si la brecha sigue en los mismos niveles.
Otro factor: el presupuesto prevé un leve atraso del tipo de cambio oficial. “La base es una situación fiscal fuerte”, resumieron.
Rebote de la economía y dólar
El proyecto espera para 2024 un rebote de la economía: este año terminaría con una contracción de 2,5% y, en 2024, el año una recuperación de 2,7%.
En términos de tipo de cambio oficial, el Presupuesto 2024 estima a fines de ese año tendrá un valor de $600. Antes, a fines de este año, terminaría en $367, lo que implicaría un descongelamiento desde los actuales $350.
La dinámica cambiaria, reconocen, también estará influenciada de cerca por la dinámica volátil de una economía en zona de definiciones electorales.
En los despachos oficiales reconocen que el 2024 también podría tener la presencia incómoda de la brecha cambiaria, lo que obligaría al Gobierno a sostener la administración del comercio exterior mediante el sistema de pago de importaciones SIRA y los controles cambiarios.
Solo un resultado de balanza comercial fuertemente superavitario podría darle algo de margen para aflojar esas clavijas, admiten.
Déficit fiscal
El proyecto de ingresos y gastos del año próximo tiene, más allá de algunas variables nominales que están pensadas y proyectadas con una inflación muy por debajo de las estimaciones privadas -el último REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) estimó un IPC (Indice de Precios al Consumidor) anual en 2024 de casi 120%- la columna vertebral del texto de ley parece estar en el capítulo fiscal.
En grandes números, el proyecto de ley de ingresos y gastos tiene una hoja de ruta preliminar de 0,9% de déficit primario, en línea con el acuerdo todavía vigente con el FMI.
Consultadas por Infobae, fuentes oficiales aseguran que el costo adicional que representará el paquete de medidas aún no implica un “desvío” considerable de ese camino del gasto público para llegar al 1,9% del PBI de rojo primario.
Separata
La iniciativa de Presupuesto 2024 incluye una separata para ser analizada por los legisladores, a la cual accedió Ámbito, cuyo objetivo es proponer “la revisión de un conjunto de gastos y beneficios impositivos que tienen distintas empresas y sectores y que hacen que el Estado pierda casi 5 puntos del PBI (Producto Bruto Interno)”, indican en el Ministerio de Economía.
Entre los temas en los que pone la lupa la conducción económica se encuentran:
• La exención del pago del impuesto a las Ganancias para los jueces, asociaciones civiles, fundaciones, mutuales y cooperativas;
• La reducción del IVA a las obras de arte;
• Los regímenes de contribuciones a la seguridad social;
• La exención de gravámenes sobre inmuebles rurales,
• El régimen de Promoción Económica de Tierra del Fuego.
El déficit fiscal primario estimado en el proyecto de presupuesto para el año próximo es de 0,9% del PBI, pero “se invita al Congreso a hacer el esfuerzo de revisar ese grupo de beneficios económicos a empresas y sectores para lograr en el 2024 que el cierre de ejercicio sea con 1 punto del PBI de superávit”.
Como ya lo había hecho en el proyecto de presupuesto para 2023, ahora el Ministerio de Economía vuelve a plantear la necesidad del análisis de “diversos beneficios impositivos, tratamientos diferenciales y subsidios presupuestarios que favorecen, particularmente, a grandes firmas y corporaciones y que tienen un significativo impacto negativo en la sostenibilidad de las cuentas públicas por generar reducciones permanentes de recaudación”.
Los gastos tributarios se refieren al monto de ingresos que el fisco deja de percibir al otorgar un tratamiento impositivo que se aparta del establecido con carácter general en la legislación tributaria, con el objeto de beneficiar o favorecer el desarrollo de determinadas actividades, zonas, contribuyentes o consumos.
La estimación del Palacio de Hacienda arroja que los gastos tributarios y de otros beneficios impositivos con impacto presupuestario implica pérdidas permanentes de recaudación de, aproximadamente, 4,72% del PBI en 2024.
¿Cuándo se trataría?
El Ministerio de Economía envió este viernes el proyecto de Ley de Presupuesto 2024 “en tiempo y forma”, pero aceptó el pedido de Javier Milei de postergar el tratamiento “hasta después de las elecciones”. Así se lo confirmaron fuentes del Ministerio de Economía a la agencia estatal de noticias Télam.
Según argumentaron desde el equipo económico del Gobierno, la decisión de postergar el debate en comisión responde a que consideraron como “razonable” el pedido del candidato a presidente por La Libertad Avanza.
Dicha solicitud se había hecho pública el martes, cuando Javier Milei y su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, dieron a conocer una carta en la que le solicitaban al oficialismo que postergara la presentación de “la ley de leyes” argumentando que “debe concretarse luego de las elecciones del 22 de octubre para que se pueda acordar con la fuerza que haya ganado en los comicios presidenciales”.
“Es razonable el pedido de Milei porque plantea que el próximo presidente debe tener la posibilidad de rediseñar su propio Presupuesto con el que gobernará, pero se debe cumplir con la ley. Por eso, es lógico que se presente el Presupuesto 2024 este viernes y luego se espere para tratarlo a que se conozca cuál será el próximo presidente que elija la gente en las urnas”, dijeron desde el oficialismo a Télam.
Rechazo de JxC
Al conocerse el pedido de LLA, desde Juntos por el Cambio (JxC), el presidente de la bancada de la UCR, Mario Negri, dijo que “el oficialismo debe respetar las leyes y la oposición libertaria al menos conocerlas”.
“La Ley de Administración Financiera establece que el Ejecutivo debe enviar el proyecto de Presupuesto antes del 15 de septiembre. No puede haber excepciones. Un candidato debería estar al tanto”, cerró el diputado Negri.