El Día Mundial de la Prevención del Suicidio se celebra anualmente el 10 de septiembre, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP ) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo general de crear conciencia acerca de la prevención del suicidio en todo el mundo.
En pos de visibilizar esta cuestión social y de salud pública, PRIMERA EDICIÓN dialogó con Carlos Goncalves, especialista en Psicología Clínica (Hospital Borda), Docente UCAMI, y psicólogo de SEDRONAR (MN: 66.437; MP:1.357), quien se refirió a la importancia de este día y expuso cómo proceder e identificar los factores que llevan a una persona a este tipo de crisis.
“Es muy importante que esté el día, es importante que se visibilice y se le dé tratamiento en los medios. Para los profesionales de salud que nos dedicamos a urgencia, todos los días, es el día de la prevención del suicidio, y si pudiéramos hacer que los 365 días se hable de esto lo haríamos. Porque la información permite que la persona reconozca el problema, sepa que se puede hacer algo con eso y sobre todo que no sienta que le pasan cosas raras en la cabeza”, comenzó diciendo Gonzalves. El tratamiento periodístico correcto, ayuda a focalizar la atención en una problemática importante a tratar.
Los factores sociales influyen en gran medida, pero hay uno que aportó al avance en el tratamiento de este problema. La pandemia, después de todos los daños que causó, impulsó al mayor conocimiento en los cuidados de la salud mental: “Se está hablando cada vez más por suerte y creo que la pandemia tuvo un coletazo positivo en todo esto porque de repente se introdujo de manera más frecuente en los medios el tema de la salud mental”, agregó el profesional.
Afirmó que hay que tener mucho cuidado a la hora de hablar de estos temas pero lejos de convertirlo en un tabú: “Hablar de esto salva muchas vidas, que la persona sepa que hay profesionales que se dedican a esto, ayuda un montón. También está la línea 135 que es como una primera ayuda, las guardias de los hospitales y montón de otras cosas”.
Asimismo añadió: “Pensemos que hasta hace ocho años no había una ley en Argentina, antes de eso era una problemática que estaba en una anomia, caía en la órbita de la salud mental, de lo judicial, de lo policial, penal. Centralizar eso en un día y que se asocie a que sea una problemática social y de salud, ayuda”.
Respecto a los indicadores que puedan ayudar a familiares y amigos a identificar este problema expuso que en cuanto a “los trastornos de la salud mental hay un gran problema, porque los indicadores tempranos son universales a todas las patologías, y en general no hay algo donde uno diga que si paso algo es por un trastorno, no pasa eso. Sí sabemos que los cambios en los hábitos sociales, aislamiento, emociones, alimenticios, conducta sexual, son indicadores de que algo está pasando”.
Remarcó que la familia y los amigos son lo más importantes porque son los que más conocen a la persona. “Ven primero los cambios y están más tiempo con ellos. Cuando llega alguien con esta problemática, está un tiempo con el profesional, pero todo el trabajo más largo se hace en la casa”.
En este sentido, aconsejó a toda la población que “hay que hablar francamente de las cosas que nos pasan, y no hay que suponer cosas”.
En tanto, explicó que el acompañamiento y la empatía con las personas que atraviesan por esta crisis es fundamental: “Una persona que no sabe cómo seguir adelante y afrontar los problemas, y se le cruzó por la cabeza quitarse la vida no quiere decir que sea un cobarde o alguien que no se hace cargo de lo que le sucede. Todo lo contrario. Muchas veces esta idea aparece como un intento de solución a algo que no tiene solución, en ocasiones eso funciona así en la cabeza de las personas. No hay que suponer y estar atentos a los cambios”.
A esto último, agregó: “Siempre hay que dar espacio para que la persona pueda hablar, que no sienta presiones y que sepa que cuenta con esa persona. Para acompañar hay que estar disponible y mostrarse abierto. Hay que sacarse de la cabeza todos los prejuicios”.
Por último, remarcó que la problemática del suicidio es una urgencia de salud a nivel mundial, y es clave la intervención precoz de este problema: “Da pauta de una evolución favorable, se gana tiempo y muchísima efectividad en el tratamiento. Si esto está por meses y años en la cabeza de la persona es complejo. Poder trabajar la cosa cuando el hierro está al rojo vivo previene que esa persona, si atraviesa una crisis, tenga herramientas para poder manejarla. Siempre la indicación es que vaya con un profesional”, cerró.
Si usted, un familiar o una persona cercana están atravesando una crisis emocional o sienten que necesitan hablar, no dude en llamar a la Línea de Asistencia al Suicida. Para asistencia inmediata, gratuita y confidencial llamá al 135 o al (011) 5275-1135 o al 0800-345-1435.