Patricia Álvarez es mamá de un niño con discapacidad, quien asiste a seis terapias diarias, entre kinesiología, psicopedagogía, psicólogo y acompañante terapéutico, entre otros. Durante las últimas semanas, ha tenido problemas para trasladarse a dichas terapiasdebido a la inoperancia de los centros de atención, la tarjeta SUBE y el lector QR de los colectivos del Grupo Z.
El niño cuenta con un Carnet Único de Discapacidad (CUD), y necesita viajar acompañado sin excepción. Ante la falta de tarjetas SUBE, Patricia tramitó el “nuevo plástico” en la Secretaría de Movilidad Urbana donde le otorgaron otra tarjeta con un código QR en ella. “Supuestamente estaba habilitada para que empiece a usarla. El problema es que cuando el chico se sube al colectivo y pone en el lector de QR, marca únicamente un boleto”, dijo la mujer a FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Patricia contó además que cuando intentaron utilizar la tarjeta por primera vez, el lector no les permitió debido a que esa sube tiene que estar cargada con dinero para empezar a usarla: “De ahí ya arrancamos mal porque ellos lo tienen gratuito, no tienen porqué cargar dinero para que eso esté habilitado”, sostuvo.
Asimismo, el acompañante del niño no puede viajar a menos que pague un boleto aparte. “No salta que es con un acompañante, entonces la persona que va con él o lo acompaña tiene que pagar el boleto sí o sí”.
En este contexto, la mujer se mostró muy molesta por la atención que recibió y declaró: “Yo estoy mala de verdad con el sistema, con los empleados y con todo el mundo porque en la oficina del shopping las chicas te dicen que está cargada la sube, pero en ningún momento te avisan que el lector del colectivo no te va a leer el boleto del acompañante”.
Ante el problema, desde el centro de atención de SUSA en el Shopping, le explicaron que debía acercarse hasta la Secretaría de Movilidad Urbana. Adriana fue hasta la Municipalidad y contó lo que le dijeron: “En la Municipalidad me dicen ‘nosotros no tenemos nada que ver con eso, entregamos la sube, pero no tenemos nada que ver si funciona o no funciona’ tiene que volver al shopping”.
De allí, la enviaron a la estación de Transferencia UNaM: “Atienden otra vez empleados administrativos que no están capacitados para la tarea. Dijeron que está todo bien en la sube de él, que estaba el acompañante. Me voy al colectivo y le pido al chofer que pase la SUBE y el colectivero me explica a mí que a él no le marca nada. A él le marca un boleto y no se puede pasar dos veces el QR, esa tarjeta está preparada para que se ponga el QR una sola vez”, expuso.
Lo insólito en todo esto, además de todos los idas y vueltas en los que Patricia estuvo involucrada, es la situación y el diálogo que mantuvo con un inspector del Grupo Z respecto al problema: “Le comenté esto a un inspector y me dijo que cada vez que tenga un problema, lo tenía que llamar y él me iba a solucionar. Dijo que lo llame y le avise cada vez que el acompañante esté en la puerta del colectivo”, contó enojada.
“Acá no hay nada para inventar, no hay nada para tratar, acá el tema es que crean cosas para complicar. Este QR es un invento de Casimiro”, agregó.
Ante tantos inconvenientes, la mujer se comunicó con Natalia Falcone, directora de Discapacidad de la Municipalidad, quien dijo que Patricia es la primera persona que se queja al respecto. “Tengo una vecina que tiene un hijo con discapacidad y que vive a tres cuatro cuadras de mi casa. Tiene el mismo problema y ayer estábamos en el mismo colectivo”.
“Yo no quiero solucionar acá el tema de mi hijo quiero solucionarle y facilitarle la tarea a todos”, expuso Adriana.
La madre apuntó contra los funcionarios de turno y las empresas remarcando la problemática. “Tal vez tienen un hijo con discapacidad pero no tienen la situación económica que tengo yo”, dijo. Asimismo, agregó: “Yo no puedo pagar un uber, un taxi o un transporte que lleve y traiga en auto a mi hijo porque está lleno de terapias. Él no falta desde que nació, tiene seis terapias por día, hace un montón de actividades durante el día que forman parte de su tratamiento médico avalado por la Obra Social”, sostuvo.
Por otro lado, añadió que con el servicio de transporte de la otra empresa prestadora del servicio, ocurre lo mismo. “Las personas con discapacidad que viven en donde pasan los colectivos de Bencivenga tienen que esperar la voluntad de que compren la lectora de QR”. En este sentido, pidió que se utilice el CUD como método para subir a los colectivos, tal cual lo hacen en Buenos Aires.
Finalmente indicó que “es algo que increíble lo que pasa, voy a ir a defensa del consumidor. Ya lo decidí”. Además contó que se puso en contacto con otra madre que también tuvo inconvenientes similares días atrás.