Cristian Omar Kondratiuk con 34 años cruzó el portón principal de la prisión de Eldorado ayer al mediodía, para iniciar la etapa de libertad condicional, tras casi catorce años detenido por el homicidio del abogado posadeño Roberto Manuel del Balzo (43) ocurrido el sábado 31 de octubre de 2009 en esta capital.
El sentenciado por el Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial en junio de 2012, fue excarcelado y su lugar de residencia será la casa de sus padres en Colonia Primavera, Jardín América.
El entonces policía en actividad en el Comando Radioeléctrico de Puerto Iguazú, fue juzgado por participar junto al estudiante de Derecho, Jorge Alberto Da Rosa (34), en el homicidio del abogado posadeño frente a su vivienda de calle Brasil a pocos metros de la avenida Corrientes donde se presentaron ambos armados con intenciones presuntas de robo.
Roque Martín González, Juan Enrique Calvo y César Antonio Yaya, los condenaron a prisión perpetua por “homicidio calificado por alevosía, homicidio doblemente calificado criminis causa, homicidio doblemente calificado criminis causa en grado de tentativa y robo calificado de automotor por el uso de arma, todo en concurso real”.
La sentencia fue apelada ante el Superior Tribunal de Justicia y siete años después se cambió la acusación y ambos fueron condenados como penalmente responsables del delito de “homicidio simple” a veinte años de prisión efectiva.
Por la primera calificación tomada Kondratiuk y Da Rosa debían cumplir 35 años para poder solicitar el régimen de libertad condicional o algún tipo de beneficio en su respectiva ejecución penal. Es decir, hasta los 58 años se les auguraba estar tras las rejas del Servicio Penitenciario Provincial.
El 19 de diciembre de 2016 la resolución 561 del STJ hizo “lugar parcialmente a los recursos presentados y casar parcialmente la sentencia en cuanto a la calificación legal de los imputados”.
Resolvieron “condenar a Jorge Alberto Da Rosa como coautor penalmente responsable del delito de homicidio simple, coautor penalmente responsable del delito de homicidio calificado criminis causa en grado de tentativa, y como coautor del delito de robo calificado, todo en concurso real”.
En el caso de Kondratiuk como “coautor penalmente responsable del delito de homicidio simple, partícipe necesario penalmente responsable del delito de homicidio calificado criminis causa en grado de tentativa y autor del delito de abuso de armas doblemente calificado criminis causa y por haber disparado a un miembro de la fuerza policial por su condición, en grado de tentativa y como coautor del delito de robo agravado por la utilización de arma, todo en concurso real, con accesorias legales y costas”.
Tras la decisión del STJ, el fiscal del Tribunal Penal 2, Alberto Rolando Oliva, comunicó que a través de un acuerdo entre el abogado defensor y su defendido, Cristian Omar Kondratiuk se reconoció autor de la nueva acusación y aceptó una pena de 20 años de prisión efectiva.
Jorge Da Rosa también aceptó la propuesta de juicio abreviado y el Tribunal en abril de 2019 conformado por Augusto Gregorio Busse, César Antonio Yaya y Carlos Jorge Giménez (por entonces subrogante) de forma unánime homologaron los respectivos acuerdos firmados.
Tarde negra
El sábado 31 de octubre de 2009, Kondratiuk y Da Rosa aparecieron en la casa de Del Balzo a reclamar 35 mil pesos que supuestamente el abogado les debía como colaboradores de su trabajo profesional. El policía y Da Rosa solían oficiar de “dateros” para el letrado para que su estudio jurídico obtuviera clientes entre víctimas o protagonistas de siniestros viales.
Del expediente se desprendió que Del Balzo los hizo pasar y charlaron en el patio delantero. La pareja del abogado, Maira Sarjanovich, entonces secretaria de instrucción judicial, se encontraba acostada en la habitación cuando escuchó una discusión y detonaciones de disparos.
Salió y vio como uno de los delincuentes remataba a Del Balzo de un disparo en la cabeza. Lo siguiente que recordó fue que le apuntaron también a ella y un proyectil le rozó el cráneo y se desmayó.
Kondratiuk y Da Rosa tomaron las llaves del Peugeot 206 de la mujer. Pero frente al lugar se encontraba la oficial de Policía Beatriz Acuña, vecina que tomó su arma reglamentaria, dio la voz de alto y llegó a disparar contra el vehículo.
Da Rosa tenía un handy policial e inutilizó el sistema de radio colocando una cinta adhesiva sobre el botón pulsador. Lo tenían planeado para que nadie pudiera ubicarlos mientras escapaban.
La presencia de la oficial en el lugar fue clave, dado que avisó por teléfono a sus camaradas y dio las características de los delincuentes y el automóvil en el que se movían.
Minutos después, una patrulla vial que se encontraba apostada frente al Mercado Central, zona sur de Posadas, los ubicó y persiguió ya en jurisdicción de Garupá donde por calles de tierra se internaron hasta volcar y quedar rodeados.