Hay sueños que se cumplen. Falta dar apenas el paso necesario. Así le sucedió a Lautaro Bermúdez (16), el joven posadeño que se animó y ganó: de la noche a la mañana, cambió las aulas de mecánica del Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen por los boxes de Jonatan Castellano, ni más ni menos que al actual líder del Turismo Carretera.
La edición 2023 de la máxima en Posadas, que arrancará hoy con la actividad en pista, quedará grabada para siempre en el recuerdo del estudiante de cuarto año de la especialidad Automotores. Y es que vivirá el show desde adentro.
“Todavía no lo puedo creer, es un sueño hecho realidad. Le tiré un mensaje para probar y pensé que no me iba a contestar. Todo esto es una experiencia única”, le dijo ayer a EL DEPORTIVO al lado del Dodge de Castellano. Sueño cumplido.
Animarse a más
La historia comenzó semanas atrás cuando, frente a la pantalla, Lautaro tomó la decisión. La cuenta regresiva hacia el TC ya estaba en marcha y el estudiante posadeño no lo dudó.
“Se me ocurrió mandarle un mensaje a Jonatan por Instagram. La verdad es que tiene muchos seguidores y no pensé que me iba a contestar. ¡Y me respondió al toque! Le conté que estudio Automotores en una escuela técnica y le pregunté si podía ir a colaborar con su equipo. Y me dijo que sí. Fue una emoción enorme”, recordó Bermúdez. “Gracias a Dios, estoy acá, todavía no lo puedo creer”, reiteró.
El sueño comenzó a materializarse el jueves, con la apertura de portones y la llegada de los equipos de competencia. Ese mismo día, Lautaro se sumó al Castellano Power Team como miembro del equipo que trabaja tanto con el Dodge de Jonatan como con el de Marcelo Agrelo. Y ayer, finalmente, pudo conocer a su ídolo.
“Vine el jueves a la tarde y enseguida me puse a trabajar con el equipo. Y hoy (por ayer) finalmente pude conocerlo a Jonatan. Él me reconoció enseguida y le explicó a los chicos que venía a practicar. Me habló mucho y me dio confianza”, recordó el estudiante.
Lautaro ya tuvo dos días a full junto al equipo y hoy, con el inicio de la actividad en pista, será su bautismo de fuego. “Estoy como ayudante, el jueves colaboré con el armado de boxes. Y estoy haciendo cosas simples, acompañando, llevando y trayendo herramientas. Estoy muy contento. Nunca me imaginé estar acá”, contó.
El posadeño vive un sueño. Y no deja de maravillarse ante cada detalle nuevo. “Lo que más me sorprendió es la cantidad de cosas de alta calidad, las herramientas, los insumos, toda la tecnología que se maneja. Más allá de que uno siempre lo ve por televisión, no deja de llamarme la atención el interior del auto y el motor”, dijo Bermúdez, quien enseguida añadió: “La tecnología que tienen estos autos es increíble, la cantidad de comandos que tienen, ya sea para que el piloto se hidrate, para hablar con boxes, para activar las bombas de nafta; es una locura”.
Emocionado, Lautaro reconoció ante EL DEPOR que vive “una experiencia única”, una vivencia que hasta podría marcar un antes y un después en su carrera profesional.
“En el futuro me gustaría trabajar en un equipo de competencia”, dice ahora, tras vivir el TC en primera persona. “Dejame agradecer al equipo, que me trata como uno más, son todos muy buena onda y me están enseñando mucho, así que estoy disfrutando todo esto a pleno”, finalizó el estudiante del Janssen que hizo realidad, como pocos, el sueño del pibe.
Ver esta publicación en Instagram