La falta de agilidad para cruzar el puente internacional San Roque González de Santa Cruz, que genera largas filas de vehículos y demoras de hasta 16 horas, sumado a los “cobradores” de coimas del lado paraguayo que benefician a unos pocos, parece una historia de nunca acabar.
El hartazgo de los automovilistas se reiteró durante los últimos días del fin de semana extralargo, cuando muchos cruzaron la frontera, a Posadas o Encarnación, para visitar a familiares o hacer compras, y se encontraron con las infinitas filas que derivaron en más de medio día de espera.
Para Rodolfo Handrujovicz, jefe del Distrito 15 – Misiones de Vialidad Nacional, la ecuación es clara. Si el tránsito sobre el puente está en constante movimiento, no habrían estos dramas. Sin embargo, apuntó que con “el tema de los controles hace que se genere una especie de barrera, la cual hace imposible que el tránsito fluya”. Aclaró que el problema es en ambas cabeceras, pero más del lado argentino.
En diálogo con FM 89.3 Santa Marías de las Misiones, Handrujovicz explicó que estas demoras, con el tránsito parado en el puente, por las demoras en el control migratorio, pueden afectar el estado del puente internacional. En ese sentido, recordó que en octubre del 2022 especialistas de VN realizaron un informe sobre el viaducto y recomendaron que “no tiene que haber vehículos estacionados sobre el puente”.
Igualmente, aclaró que “esta es una situación que no tiene nada que ver con los estudios que nosotros estamos haciendo (en el puente). Los ensayos que se están haciendo son para conocer cuál es el estado de los tirantes del puente y si tenemos la necesidad o no de reemplazar algunos”.
Fue tajante al destacar que “no quiere decir que automáticamente vuelvan las colas al puente” luego de los estudios, ya que “el puente se diseñó para que el tránsito esté fluyendo, tanto el vehicular como el ferroviario”, reiteró.
Tránsito estático
Sobre los riesgos que puede generar el tránsito estático sobre el paso dijo que no los hay a corto plazo, pero no es solamente una cuestión estructural del puente sino que tiene que ver con la seguridad vial a la hora de trasponer el viaducto.
Aquí, apuntó que tras cruzar el puente para analizar la situación del tránsito estático, se encontró con “vehículos que vienen a muy baja velocidad, con balizas, otros que paran sobre el puente en la zona tirantada porque están esperando y que le digan por cuál casilla pasar. Y, por el contrario, hay otros que vienen a 140 kilómetros porque quieren adelantarse en la cola”.
“¿Qué vamos a esperar?, ¿que ocurra un accidente donde tengamos que lamentar otra vez una víctima fatal?”, se preguntó.
Ante el cuestionamiento de por qué no se respeta el informe elaborado por Vialidad Nacional, explicó que los Centros de Frontera de ambas cabeceras “pusieron a conocimiento de la opinión pública que ellos iban a respetar”, aunque eso no pasó.
A modo de recomendación, dijo que fuerzas de seguridad y de control en ambas cabeceras del puente “son las que deben coordinar acciones” para garantizar el flujo constante del tránsito.
En esta línea, aclaró que muchas veces no se puede llevar a cabo porque “se ven desbordados con la gran cantidad de gente que hay queriendo ir de un lado al otro y ahí demora lo que tiene que ver con el ingreso y la salida a nuestro país”, finalizó Handrujovicz.