Este martes se llevó una tensa y agitada reunión entre la ministra de Trabajo de Misiones, Silvana Giménez, y los productores de San Pedro, tras las inspecciones y las actas labradas por el Ministerio en cuestión a instancias del gremio de la UATRE.
La historia es de “vieja data”: los trabajadores rurales hacen caso omiso a la hora de blanquearse porque no quieren dejar de cobrar los planes sociales y los productores cada vez tienen menos mano de obra calificada y cuando la logran conseguir no pueden ponerla como la ley manda, a raíz de esta incompatibilidad.
Sergio Dellapierre, integrante de Productores Autoconvocados del Norte Misionero, refirió los pormenores de esa reunión en una charla con la FM 89.3 Santa María de las Misiones donde reveló que “se propuso a la Ministra que se conforme una mesa de trabajo y que además ella encabece una negociación a nivel nacional para ver el tema de los planes sociales que ‘endulzó’ por años a los que dejaron de trabajar en las chacras”.
“El productor ‘está podrido’ que se le meta el verso de que todo está bien; cuando en realidad en las chacras la situación es distinta. La gente está podrida y descreída”.
En el encuentro de hoy en San Pedro “los productores dejaron expresado en el auditorio que hay dos factores que conspiran con la registración. Uno es el temor a perder un plan como el caso de la Libreta Alimentaria. En la ocasión dos jefes de cuadrillas explicaron a la perfección la realidad actual en las chacras. Ambos relataron que hace dos años tenían unas 25 personas a su cargo para ir a cosechar y que hoy juntaban apenas 8 personas para la misma tarea. Eso demostró la gravedad de la situación y de que hay una degeneración, en cuanto a las relaciones laborales entre obreros y productor”, describió el dirigente.
Asimismo “el otro factor es que hay una pérdida de ganas de ir a trabajar en mucha gente. La percepción que hay en el interior es que hay personas que salen a ‘changuear’ algunos días a la semana y cobrar sus planes y listo; así se conforman con el dinero de los planes sociales. Ahí sí la Ministra tuvo razón en decir que ‘no quiere trabajar el que no quiere ir a trabajar’, y ahí no hay que ofenderse por la realidad”.
“Lo ideal sería que el Ministerio de Trabajo coloque oficinas de empleo en el interior, en cada municipio; y ahí el productor va a la oficina, solicita a cinco cosecheros, le dan la lista y el numero de teléfono, los llama, los inscribe y la gente trabaja tranquila. Así, el trabajo sería más eficiente y allí que los Municipios tengan las herramientas tecnológicas para inscribirlos en la DGI, en ANSES, ART, entre otros trámites burocráticos”.
Por otra parte, fue tema de discusión el decreto 514 que compatibiliza los programas nacionales (llámese planes sociales), con el empleo registrado. Cuando en realidad no es así y en la ocasión sobraron ejemplos de personas que perdieron sus planes, tras registrarse en el plano laboral. “La gente no quiere registrarse, pese que después de unos meses le regresen el plan social que tenía. El mismo trabajador le dice al empleador, ‘yo vengo a trabajar, pero no me blanquees’, es triste, pero real”, agregó Delapierre.
“Por lo menos que se pudo percibir es que hubo buena voluntad del Ministerio de Trabajo, en lo que se refiere a ‘suavizar’ las penas; manifestando que las inspecciones no fueron para recaudar o cobrar multas. Sino más bien para controlar como se desarrollan las tareas en las chacras; y las mismas servían para que los productores corrijan los defectos de esa relación laboral”, detalló.
Por otra parte, también se discutió y se puso sobre el tapete, la flexibilidad laboral adolescente: “La ley permitiría trabajar a jóvenes de 16 años en adelante con permiso de sus padres, caso contrario no lo pueden hacer. En la ocasión, se pidió que se flexibilice ese punto y que sea de libre contratación y que los jóvenes de 16 años puedan elegir de motu proprio la posibilidad de trabajar. Démosle un trabajo digno a los jóvenes y no darles la posibilidad de salir a robar“.
“A nosotros nos molesta que siempre hay que estar acreditando que somos gente honesta. Es como que siempre la carga de la prueba está del lado del productor”.