Cada 22 de mayo se celebra en todo el mundo el Día de la Diversidad Biológica, establecido por la ONU hace 21 años para promover la toma de conciencia ambiental, la protección y la conservación de la biodiversidad a nivel planetario.
Es que cada pieza de un ecosistema depende de las demás, como en un rompecabezas. Por ejemplo, un cambio en la temperatura de un ecosistema tendrá repercusiones en el tipo de plantas y animales que pueden crecer y vivir allí.
Toda la superficie de la Tierra es una serie de ecosistemas conectados, desde los océanos hasta los desiertos. A menudo, ecosistemas distantes dependen unos de los otros de maneras inesperadas, a pesar de los miles de kilómetros de distancia entre ellos.
Durante miles de años, las personas han coexistido con los ecosistemas. Pero a medida que las poblaciones humanas han crecido, hemos comenzado a invadir y, en algunos casos, suplantar ecosistemas, causando sufrimiento a su biodiversidad y rompiendo su delicado equilibrio. Esto a su vez ha limitado la capacidad de la naturaleza para proporcionar servicios vitales a la humanidad.
Eliminar sólo una especie como resultado del cambio climático, la contaminación, la pérdida de hábitat u otros factores naturales o provocados por el hombre, puede producir un efecto dominó que tiene gran impacto en todo el ecosistema. Como humanos, tenemos la responsabilidad de coexistir armoniosamente con las demás especies en los ecosistemas que compartimos para garantizar que nuestro planeta sea saludable. Por eso debemos trabajar juntos por ese objetivo en todos los niveles, desde los gobiernos hasta cada uno de nosotros individualmente, antes de que sea demasiado tarde.