La Argentina volvió a presentar en abril el índice más alto de inflación de América latina, por encima de Venezuela. Aunque el dato oficial se conocerá el próximo viernes, las consultoras privadas y fuentes del equipo económico estimaron que el resultado que dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) rondará entre el 7,5% y el 8%.
Mientras tanto, la medición privada más confiable de Venezuela, producida por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), indicó que la inflación de abril fue del 2,5%, un tercio del cálculo de la suba de precios en la Argentina por los analistas consultados en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central (7,5%).
De este modo, la Argentina encabeza por segundo mes consecutivo esta tabla, ya que en marzo presentó una inflación del 7,7% frente al 4,2% del país gobernado por Nicolás Maduro.
Además, ya se conocieron algunos resultados oficiales de otros países: en Ecuador la inflación del mes pasado fue del 0,2% (2,4% en un año); en Chile 0,3% (9,9%), en Paraguay fue del 0,4% (5,3%); en Perú 0,5% (8%); y en Colombia y Uruguay fue del 0,7% (12,2% y 7,6%). En tanto, en la primera quincena del mes pasado, los institutos de estadística de México y Brasil registraron deflación del -0,1% en el primer caso (6,2% en un año) y 0,5% en el segundo (4,1% en un año).
En Venezuela, según el OVF, “en abril se desaceleró la inflación por la estabilidad del tipo de cambio y la caída de los salarios”. De este modo, la tasa acumulada en el primer cuatrimestre fue del 71,8% y en los últimos 12 meses del 471%, con un descenso respecto del 504% registrado en marzo.
Cabe subrayar que el Banco Central de Venezuela no informa el índice de precios al consumidor desde octubre del 2022.
El OVF destacó que la depreciación del bolívar el mes pasado fue del 0,98%, mientras que en la Argentina la devaluación del peso contra el dólar mayorista en el segmento oficial fue del 6,1%.
“Entre abril de 2022 y abril de 2023 no hubo aumento de los salarios públicos, situación que fue compensada en menor medida con el otorgamiento de bonos sin incidencia salarial”, indicó el OVF.
“La contención de la inflación se está haciendo principalmente con un frenazo a la demanda agregada en medio de la estabilidad del tipo de cambio”, señaló el observatorio.
“Para que la tasa de inflación del año 2023 sea inferior al 100%, se requiere que entre mayo y diciembre la tasa de inflación promedio mensual sea 1,9%”, precisó el organismo independiente del gobierno de Nicolás Maduro.
En el resultado descendente, según el OVF, influyeron “la estabilidad cambiaria y la disminución de los salarios reales, especialmente los de la Administración Pública, situación ésta que se ha traducido en una contracción de las ventas al comercio y consecuentemente de la demanda agregada”.
“En medio de una contracción de la oferta agregada ese ligero aumento de precios fue posible por la mayor declinación de la demanda agregada”.
“Al valorar la tasa de inflación anualizada de 471%, ésta superó el aumento del tipo de cambio de 408,1% entre abril de 2022 y abril de 2023, lo que implicó un encarecimiento de los bienes producidos en Venezuela respecto a los importados. Durante este lapso las reservas internacionales del BCV cayeron US$ 171”, precisó.
“Se observa a nivel mensual que la mayor alza de precios correspondió a Servicios con 12,4%, seguido por Restaurantes y Hoteles con 5,5% y Espaciamiento con 4,9%. Los precios de los Alimentos y Bebidas No Alcohólicas aumentaron 0,1%, la Salud 1,3% y el Transporte 0,2%. Los Alquileres de Vivienda disminuyeron 1,5%”, detalló.
Es decir, que mientras el mes pasado en Venezuela los alimentos y bebidas solo aumentaron el 0,1%, en la Argentina crecieron el 8,1% según los últimos números de ECO GO.
Los datos de la Argentina
El estudio que dirige Marina Dal Poggetto indicó que su relevamiento de precios del mes pasado arrojó una suba del 7,4% a nivel general, del 29,9% desde enero y del 108,8% en el último año.
Los rubros que crecieron por encima del promedio en abril fueron 9,7% equipamiento del hogar, 8,5% vivienda y 7,5% esparcimiento, mientras que el que menos subió fue educación con el 5,4%.
Además, el equipo dirigido por Sebastián Menescaldi explicó que “la inflación Core RPM se ubicó en 7% acelerándose 0,2 p.p. respecto de nuestro indicador en marzo. La medición, que excluye los rubros regulados y estacionales, alcanza así un incremento interanual del 102,6%, levemente inferior al promedio de los precios”.
“Los precios regulados contuvieron el indicador este mes y traccionaron el nivel general a la baja. En abril se registraron subas en combustibles (3,9%), colegios (3,35%), prepagas (2,4%), servicio doméstico (14%), tarifas de tren y colectivo (6,6%) y tarifas de luz (31,1% en promedio) que determinaron un incremento de la categoría de 5,1% mensual”, detalló.
En tanto, “los precios estacionales experimentaron una suba del 10,8%, llevando así la inflación acumulada a 32,3%”.
En el caso de los alimentos, según la consultora ECO GO, “en abril los precios de los alimentos y bebidas registraron una suba del 8,1%, una aceleración de 0,5 puntos porcentuales respecto del dato de marzo”. “Los mayores incrementos se dieron en las primeras dos semanas del mes con aumentos del 2,0% y 2,7% semanal. Lejos de una explicación puntual, la suba fue generalizada, aunque destacaron las subas en Panificados, Cereales y Pastas y Verduras”.
“Los alimentos consumidos dentro del hogar mostraron este mes una suba del 8,1%, mientras que los consumidos fuera del hogar se ubicaron por encima impulsando el indicador general al alza, con un aumento del 8,2%. Así, en los últimos 12 meses acumulan alzas de 104,1% y 114% respectivamente y dejan un arrastre para el mes de mayo de 2,7 puntos porcentuales”, precisó.
“En abril, el 87,6% de la canasta de alimentos mostró variaciones, siendo el 85,8% positivas y 1,8% negativas. Esto implica un incremento en la cantidad de productos que experimentó subas respecto al mes pasado de 3 puntos”, aclaró.
Las consultoras que participan del relevamiento de expectativas del mercado (REM) que publica el Banco Central no prevén que la inflación mensual baje de un promedio del 7% hasta octubre y estiman que terminará en el 126% este año.
De este modo, la Argentina exhibe una inflación ascendente en 2023, a diferencia del resto de los países de la región, pese a que el Gobierno suele atribuir este problema a fenómenos exógenos. Para 2024, los analistas del REM prevén un 107,5%.
El impacto de la sequía
La sequía fue un grave problema para la economía, acaso el peor de todos. Secó de dólares al Banco Central -un impacto de al menos US$ 20.000 millones- y gatilló aumentos de precios en los alimentos frescos.
Las frutas y las verduras, que en otras épocas solían mostrar volatilidad y tener ajustes por la estacionalidad, ahora ya no. El nuevo escenario puso en evidencia incrementos interanuales por encima del promedio, superando el 100%.
Sebastián Menescaldi, economista jefe de la consultora Eco Go, le pone énfasis a lo que sucede en los rubros de los frescos a la hora de explicar la explosiva suba de los alimentos. Eco Go midió que en los primeros cuatro meses, el aumento acumulado en frutas fue de 41,3%, y del 38,9% en las verduras. También por encima del promedio.
Algo similar sucedió con los valores de las carnes, tanto vacuna como aviar. También golpeadas por el impacto de la sequía histórica.
No suele estar sobre la mesa, pero la suba de tasas de interés tiene un impacto enorme en los balances de las compañías y en los precios. El costo financiero pesa cada vez más en las cuentas empresarias: la tasa de interés de referencia en el 141% efectiva anual da cuenta de ese valor.
La falta de dólares también tiene impacto. Como así también la última corrida lo tuvo. Sin divisas suficientes en el Banco Central, los empresarios tienen una enorme incertidumbre sobre el porvenir.
Ambas cuestiones: la suba en el costo financiero y la incertidumbre por los dólares terminan agrandando los márgenes empresarios y encarecen los productos.