El avistaje de aves es una de las actividades con mayor crecimiento a nivel mundial en los últimos años y en la zona sur de la provincia el Club de Observadores de Aves (COA) Tangará reúne a decenas de aficionados que en cada salida disfrutan de las numerosas aves que se encuentran en parques y reservas naturales, aunque advirtieron la preocupante “destrucción y fragmentación del hábitat de la fauna”. Remarcaron la necesidad de reforzar la reforestación en los corredores que, por diferentes motivos, van desapareciendo y ponen en peligro de extinción a varias especies.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Carlos Dietz, coordinador de COA Tangará, Carlos Mocciola, Graciela Woronowicz y Paula Paiva, integrantes de dicha institución, se mostraron contentos porque después de la pandemia paulatinamente fueron retomando las actividades de divulgación, con charlas y exposiciones; sin embargo, no escapan a la realidad de los daños que provocaron la sequía, los incendios y el propio avance de la urbanización, que amenazan y van dejando sin hábitat a mucha fauna.
“Se debe reforzar el cuidado de todas las especies de aves y no es que haya una en particular, al igual que los parques. Hay que tratar de reforestar pequeños espacios que están destruidos. Lo que más preocupa es la destrucción y/o fractura del hábitat más que otra cosa y no pasa solo en Misiones sino que es algo que se expone en todos los cursos a nivel nacional”, señaló Dietz.
“Nuestra provincia no escapa a la regla; aunque tenemos bastantes parques protegidos en comparación con otras provincias, hay que seguir trabajando. Hay gente que en sus pequeñas chacras tiene idea de protección, consulta y quiere saber qué hacer para contribuir al cuidado ambiental”, agregó.
Selva fragmentada
A su turno, Woronowicz dijo que “debemos saber que la nuestra es una provincia de minifundistas entonces estamos divididos en muchas chacras y eso ha llevado a que se fragmente la continuidad de la selva. Hay que volver a concientizar porque sabemos que se tiene que producir y ampliar la zona urbana, pero la fragmentación afecta a la fauna silvestre. Entonces hay que trabajar con la gente para mantener los corredores biológicos, que se reforeste en las chacras para que la fauna tenga la posibilidad de paso y regenerarse”.
También apuntó que “debemos convenir que la fauna silvestre está siendo desplazada, sabemos lo que fue desde el inicio el bosque atlántico en Paraguay y Brasil. Misiones es el pequeño remanente de la selva paranaense. Entonces tenemos que enfocarnos en que eso siga conservándose, regenerándose, para evitar la extinción de especies”.
En el mismo sentido, Dietz remarcó que el tema “no es solamente que se deforestó y desapareció la selva, sino que también desaparecieron cientos de animales que fueron desplazados, se quedaron sin hábitat, sin comida”.
Además destacaron que “no hay que tomarse con tanta liviandad el tema que la destrucción de los hábitats y después regenerar plantando árboles porque no es tan sencillo debido a que todo tiene un proceso de años. Perder hectáreas de forestación, vegetación autóctona, nativa, tiene un impacto terrible y eso es lo que hay que transmitir, generar conciencia, porque eso trasciende nuestra existencia. Nosotros desplazamos a la fauna porque donde vivimos hoy les pertenecía y hoy el único lugar que tienen para sobrevivir son los parques nacionales, provinciales, municipales y las pequeñas reservas privadas”.
Mocciola, integrante de COA Tangará desde hace varios años, aportó que “otra de las cosas que trae aparejada la deforestación es que al destruirse un corredor una parte de las aves queda en un sector y la restante en otro, lo que provoca que, por ejemplo, no se puedan reproducir las de la misma sangre, porque necesitan vincularse. Eso lleva a que la especie pueda ir degradándose”.
Yacutinga y loro vinoso
Consultado sobre la existencia de algún tipo particular de ave que se encuentren en peligro de extinción en Misiones, Carlos Mocciola, miembro de COA Tangará indicó que “hay dos (especies) que son las más amenazadas y que son la yacutinga y el loro vinoso, que realmente quedan muy pocas en la provincia”.
Dijo que “Aves Argentinas está intentando recuperar esas y otras especies. En el Parque Urugua-í, se encuentra la yacutinga y en San Pedro el loro vinoso. El problema de este último es que habita en el pino paraná, la araucaria, que además deben ser de gran porte y quedan muy pocos ejemplares, para que puedan nidificar”.
“Notamos que los chicos perdieron el contacto con la naturaleza”
El COA Tangará realiza distintas actividades donde busca despertar el interés de la gente y así generar conciencia en el cuidado del ambiente.
“Notamos que los chicos perdieron el contacto con la naturaleza, desconocen los sonidos de nuestros montes, de las aves… Hoy son pocos los misioneros que saben de nuestra fauna silvestre y ese es un poco el objetivo del COA que a través de estos paseos y avistajes que hacemos con la comunidad, chicos y padres vuelvan a redescubrir, respetar y valorar lo que tenemos, porque si no lo conocen es difícil que ello ocurra”, dijo Carlos Dietz.
Tangará, básicamente es un club de observadores de aves, “es nuestra actividad principal y lo hacemos como pasatiempo y también con otras actividades más específicas como relevamiento de especies en lugares donde se están trabajando para crear una reserva o donde eventualmente ya se ha creado y piden que vayamos para que hagamos un relevamiento de las especies existentes para tener ciertos recaudos y cuidados”.
También llevan adelante charlas en las escuelas y hacen recorridos guiados al público en diferentes lugares cercanos a Posadas y en otros sitios más alejados.
“Efectuamos exposiciones de fotografías donde mostramos nuestro trabajo. Imágenes que se hicieron acá en Posadas, Santa Ana y en otros puntos, incluso ahora hay una programada para el 22 de abril en Campo San Juan”, dijo Dietz.
“Apuntamos principalmente a que la gente se interese en conocer lo que es la fauna del sur de Misiones que es muy rica. Todo el mundo tiene la idea que para ver variedad de especies hay que ir al Parque Nacional Iguazú, que por supuesto es una locura, pero tienen que saber que en esta zona hay especies muy específicas que solo se observan acá en el sur de la provincia”, concluyó.