A partir de la crisis financiera de 2008, el mapa de la producción automotriz cambió definitivamente en el mundo. Hasta entonces, Estados Unidos y Japón, con un promedio de 10,5 millones de autos, eran los países que mayor cantidad de autos fabricaban cada año de manera sostenida.
Pero cuando ambos mercados se desplomaron un 30% de un año a otro, China pasó de producir 8 millones a casi 14 millones de unidades en sólo 12 meses, y tomó un liderazgo que no abandonó nunca más.
La producción actual de vehículos en China duplica a los fabricados en EEUU y Japón. Los asiáticos son dominadores del mercado de la movilidad eléctrica, donde tienen el 80% de la provisión de baterías de toda la industria.
Por su notable menor costo laboral, además de producir marcas propias, China se encarga de los de marcas de otro origen para consumo local y para exportar. Por ejemplo, el SUV Ford Territory que circula en la calles de Argentina se produce en ese país.