En comparación con 2021, aseguran que hubo menos casos que requirieron el acompañamiento de las casas refugio de la provincia para víctimas de violencia de género. No obstante, explican que esto se debió a un trabajo en red a nivel local, con la colaboración de distintas áreas sociales dedicadas a la contención de mujeres y sus hijos, sobrevivientes de un contexto familiar violento.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la subsecretaria de Relaciones con la Comunidad y Violencia, Sandra Galeano, explicó que, en una labor territorial, “las casas refugio actúan como dispositivos de seguridad”.
Respecto a la utilización de estos espacios, aseguró que en el 2022 “disminuyó la demanda de situaciones extremas donde nos han solicitado refugio”. Sin embargo, señaló que atendieron “casos complejos”. El año pasado “llegamos a unas 25 mujeres, con sus niños”, precisó en comparación al 2021 donde pasaron por la casa refugio unas 49.
Esto no se debe a una baja en situaciones de emergencias, sino más bien a “un trabajo de manera articulada con municipios, asociaciones civiles, iglesias, donde actúan en casos complejos y específicos. En casos donde las medidas van a salir rápido, con otros recursos se trabaja con estas redes”, agregó.
En la provincia y dependientes de la Subsecretaría son dos, en Garupá y Posadas, “donde también atendemos casos del interior, que por cuestiones extremas deben irse de la ciudad por un riesgo alto”, contó Galeano. En este sentido, indicó que “trabajamos en conjunto con los municipios, los cuales tienen sus espacios de resguardo, donde se ayuda con la capacitación al personal y el equipamiento”.
Adelantó que “estamos gestionando con el IPRODHA una casa refugio para San Pedro, tenemos también un diálogo con San Vicente, donde disponen un espacio para casos extremos”. Sandra Galeano aclaró que “la idea no es que cada municipio cuente con una casa refugio, sino tener un trabajo en redes”. Resaltó que “ante una emergencia siempre habrá alguien del municipio o la provincia actuando por el bienestar de la mujer”.
En Garupá “se encuentra uno de estos espacios de contención, donde también se gestiona el programa Acompañar, cuentan con un grupo terapéutico para atender a mujeres víctimas de violencia”. Más allá del espacio físico para el resguardo, “el objetivo es el abordaje integral desde el momento del llamado de emergencia, el acompañamiento de las medidas cautelares y el egreso de la persona”, añadió.
En esta población, señaló que “mayormente son mujeres, madres, que llegan con niños para recibir una contención y acompañamiento psicológico, jurídico y articular con la comunidad el egreso”.
Acompañamiento a la salida
Al irse de la casa refugio, Galeano remarcó que “es muy importante la red comunitaria y el trabajo con los referentes barriales”. Al tener niños, comentó que “también articulamos con el Hogar de Día, para recibir los servicios con los que cuentan”.
Para el abordaje integral, resaltó que “cada caso debe ser tratado en lo particular y en lo subjetivo, porque no todo se trabaja de la misma manera”.
Precisó que “tuvimos casos de chicas que accedieron a una escolaridad mientras se encontraban en la casa refugio y siempre se respeta la decisión de la mujer, la libertad y los derechos humanos”.
En el acompañamiento a esta población víctima de violencia que solicita una casa refugio, relató que “son casos extremos, porque las mujeres que requieren de una casa refugio se encuentran solas. Por eso, es importante apelar a la solidaridad, el compromiso y la necesidad de que las familias no las dejen solas”.
Más allá de pasar por este tipo de refugio, comentó que “hemos tenido casos donde cuesta el egreso de la persona, el volver a su comunidad, por un tema de vivienda o un problema familiar”.
Además de las víctimas de violencia, indicó que por las casas refugio “atendimos mujeres que eran de Colombia, Brasil y Paraguay, donde se requirió un trabajo internacional para garantizar el regreso a su lugar de destino. En esto, trabajamos con el consulado, también con la Casa de Misiones en Buenos Aires, para garantizar el resguardo de la madre y el niño”.