El lunes 2 de noviembre de 2020, las dos niñas misioneras de 11 años, María Carmen y Lilian Mariana Villalba murieron bajo las balas de las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC), organismo creado por el Gobierno paraguayo para combatir a la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). La versión oficial mantiene, hoy en silencio, que las menores estaban armadas y enfrentaron a los militares entrenados especialmente para perseguir al grupo rebelde en el monte del vecino país.
Ayer se cumplieron dos años además de la desaparición forzada de una prima de ellas y que también había viajado a encontrarse con sus padres integrantes del EPP en el norte de Paraguay. Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo Villalba tenía 14 años y su tía Laura Villalba sigue detenida en una cárcel en Encarnación a pocos días de ser juzgada y responsabilizada por haber llevado a las menores desde Puerto Rico, Misiones, a reunirse con sus demás familiares en un monte del departamento de Concepción (norte de Paraguay).
En varios puntos de Argentina se realizaron ayer actos y manifestaciones de reclamo al Estado paraguayo por la aparición con vida de “Lichita” y la libertad de Laura Villalba. En la plaza 9 de Julio de Posadas, un grupo mayoritario de mujeres montó una radio abierta y concretó una pegatina de afiches en el consulado de Paraguay a pocas cuadras (San Lorenzo y Sarmiento).
Entre las voces en el paseo principal misionero Virginia Villanueva, integrante del Partido Obrero resumió: “Las autoridades paraguayas son las responsables de la desaparición de Lichita porque ella escapó con su tía del ataque militar y como estaba herida se separaron y Laura fue detenida y permanece en una cárcel, de la adolescente no sabemos nada”.
“Responsabilizamos al Estado paraguayo de la vida Lichita porque no la buscan y no dejan tampoco que desde otros países se aporte en esta tarea. Ni Laura, ni Lichita, ni las dos niñas asesinadas tenían vinculación directa al EPP. Por ser hija y sobrinas de Carmen Villalba las persiguieron. Por portar ese apellido (…) Esto es violencia estatal como el caso de la dictadura de Rafael Trujillo (1930-61) en República Dominicana que asesinó a las hermanas Mirabal, tres luchadoras de derechos humanos”.
Cecilia Rodríguez, integrante de ATE-CTA manifestó que “Lilian Marian y María del Carmen son primas de Lichita y queremos que el Estado paraguayo dé respuesta y determine qué pasó con estas niñas”.
“Lichita fue vista por última vez en una zona bajo control militar de Paraguay. Tras el asesinato de las niñas, Lichita y Laura deambularon desorientadas y perseguidas sin saber dónde estaban. Lichita tenía una herida de bala en una rodilla y la dejaron en un lugar para volver con agua y comida para sobrevivir. Una prima y una hermana melliza lograron escapar y cruzaron a Puerto Rico pocas horas después. Se quedó Laura Villalba buscando a Lichita y terminó detenida, sin motivo ni orden. Ahora está acusada de violar el cuidado de las niñas, es decir, lo que les sucedió se lo van a atribuir a su responsabilidad”.
También cargó enfática: “Cuestionamos el accionar criminal de la Fuerza de Tareas Conjuntas, grupo creado para combatir al EPP pero que no fue acusado de las muertes de las niñas”.
Agregó: “No hay acceso a ninguna investigación en Paraguay. Sólo la versión del Gobierno de que las madres y tías criaron en Misiones a las menores para que fueran a combatir en la guerrilla. A partir de este punto inventaron la hipótesis de la trata de niños, de una actividad ilegal ligada a la crianza. Pero ni siquiera una autopsia le hicieron a las víctimas. Sólo la versión oficial de un enfrentamiento sin mecanismo de muerte. Dijeron primero que abatieron a dos mujeres guerrilleras, después que eran dos adolescentes y luego debieron admitir que eran dos niñas de 11 años”.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la comunicadora también remarcó la presunta intención de la masacre: “Persiguieron a las niñas y las mataron para aleccionar a sus familiares. Esto es muy macabro porque lo sabían. Eran menores escolarizadas en Puerto Rico, en esta provincia, muy bien tratadas y vinculadas, sólo iban a visitar a sus padres. Hay que tener en cuenta también que en marzo van a juzgar a la tía (Laura) por terrorismo. Con ella condenada el Gobierno paraguayo pretende ocultar crímenes de lesa humanidad”.