La semana estuvo marcada por el rediseño que pretende aplicar el Gobierno nacional a la prestación de ayuda social a las personas sin ingresos formales o debajo de las líneas de pobreza e indigencia. Sin dudas que el debate en la sociedad lleva mucho tiempo en danza, sin embargo es ahora la propia Casa Rosada la que trata de actuar frente a las duras críticas de la derecha (Milei, Esper, etc) que amenazan con llegar al poder para dar de baja los miles de planes que se pagan mensualmente.
Estando el Posadas el pasado lunes, la flamante ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, admitió incluso que tenían listo el decreto para modificar la auditoría a los planes. La idea, según la propia funcionaria, era llegar a “una auditoría con otro sistema que no sea vía Universidades y cuerpo a cuerpo, sino que una auditoría más digital y más de autogestión, con datos biométricos, condiciones de las personas, de cómo está conformado el grupo familiar, de qué nivel de estudio y qué experiencia tienen y qué quieren ser. Es decir, que si la contraprestación será el estudio, qué estudio será; si la contraprestación será laboral a dónde quiere ir a trabajar, cuáles son sus capacidades y cómo el Estado tiene que desembolsar parte de los recursos para que ese capital esté y para que esa persona pueda mejorar su ingreso”.
A los pocos días, sin que se haya formalizado en una normativa ese anuncio, llegó un decreto del presidente Alberto Fernández que cerró el ingreso de nuevos beneficiarios al Potenciar Trabajo. Y se reavivó la polémica con las organizaciones sociales sobre el futuro de los planes en Argentina en medio de una crisis fuerte, que afecta incluso a trabajadores asalariados que no cubren la canasta familiar.
El portal Infobae arriesgó en medio del “congelamiento” de altas de beneficiarios, que del millón 300 mil actuales se iban a ir bajando progresivamente unos 400 mil, tras las auditorias.
¿El Gobierno midió las consecuencias sociales que podría tener una medida en ese sentido? ¿Los opositores a los planes, tienen una opción inmediata para cumplir con su propuesta de bajar los planes y, a la vez, contener a esos miles de asistidos?
Cuando llegó al poder Mauricio Macri, lejos de achicar los planes, llegó a un acuerdo con referentes sociales para incrementar el número de asistidos, siendo Carolina Stanley la ministra de Desarrollo Social.
Sin importar si el recorte viene por derecha, el centro o la izquierda, los grupos piqueteros ya anticiparon que, cualquier paso hacia el recorte, profundizará el conflicto en las calles.
A medida que pasa el tiempo, las constantes declamaciones sobre la transformación masiva de planes en puestos de trabajo privados, no dejan de ser eso salvo excepciones.
Desde el lado empresario se escudan en que no se generaron condiciones suficientes hasta ahora, para crear empleo. “Nosotros siempre decimos que los planes sociales son un parche que tienen que ir cambiando por trabajo genuino, el gran problema en este país es que trabajo genuino no hay” (…) la decisión no es más planes o menos planes sino qué solución se le da a una sociedad tan empobrecida como la de Argentina y con falta de empleo”, expresó en FM 89.3 Santa María de las Misiones el referente de Barrios de Pie / Libres del Sur, Fabricio Tejerina.
Mientras el debate se profundiza en lo político y mediático, hay miles de familias cuyo único sustento es el ingreso de un plan social. Y que mañana no sabe si lo seguirá percibiendo para comprar lo poco que consigue con esa asignación que no cubre ni la canasta mínima de vida.
Entre la desesperanza y las adicciones
Desde la Iglesia Católica misionera, hubo dos voces (de las pocas que se animan a realizar los planteos sociales) que esta semana advirtieron “la desesperanza” en los barrios más humildes; y la “vieja pandemia” del alcoholismo que crece en todos los sectores.
El primero fue el obispo de Oberá, Damián Bitar, quien pidió actuar frente al excesivo consumo de alcohol. “El alcoholismo está haciendo estragos y lo seguirá haciendo. Poco se habla de este flagelo como una adicción, como una enfermedad que genera efectos nocivos en la salud personal, en la integridad familiar y la paz social”, dijo.
Mientras que el vicepresidente de Cáritas de la diócesis de Posadas, Alberto Barros, se refirió a la percepción del humor social que le transmiten en barrios y asentamientos: “Lo que me da la impresión últimamente es que hay mucho de desánimo, de desesperanza, que no hay mucha expectativa de que vamos a estar mejor, eso hace mucho más duro el presente”, reflexionó.
Luego amplió: “Si uno piensa que la mitad del país está en situación de pobreza, más de la mitad de los chicos están en pobreza, cada vez más gente come menos y peor, tenemos problemas educativos serios de abandono escolar, de aprendizaje, tenemos enormes problemas en el acceso a la salud para mucha gente, problemas de viviendas ni que hablar”.
Nuevo encuentro con Tolosa Paz
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el próximo martes 8 de noviembre, el gobernador Oscar Herrera Ahuad se encontrará en Buenos Aires con la ministra Tolosa Paz de Desarrollo Social de la Nación. Será para firmar los convenios de financiamiento para acciones en Misiones. Pero, a su vez, servirá al mandatario para terminar de conocer qué espera hacer el Gobierno de Alberto Fernández sobre la ayuda social, en medio de tantas informaciones y versiones.
A su vez, se encontrará con el ministro del Interior de la Nación, Eduardo “Wado” de Pedro, para volver sobre temas que Misiones viene planteando en la agenda común con la Nación y aún requieren de mayores decisiones políticas: el refuerzo de Migraciones para los pasos fronterizos de Posadas e Iguazú; la deuda que ANSeS sigue sin saldar con la caja del IPS para el equilibrio de las cajas no transferidas; entre otros.
Finalmente, se espera que Herrera vuelva al despacho del administrador General de la Dirección Nacional de Vialidad, Gustavo Arrieta, para conocer el estado de avances administrativos que tienen las obras pendientes en varios lugares de la provincia.
Un impulso a Eldorado para tratar de sacarla del letargo
Terminadas las elecciones en la Cooperativa Eléctrica de Eldorado (CEEL), con un intendente Fabio Martínez derrotado duramente en su propio municipio, reaparecieron las voces de quienes no estaban de acuerdo con que el jefe comunal se abocará a una disputa política de la entidad, en lugar de poner el esfuerzo en mejorar la ciudad, gestionar ideas que la saquen del letargo.
Tal cual como se hizo en Iguazú, con obras que poco a poco van modificando calles, avenidas, el acceso, la provisión de agua potable, la electrificación, la “Rosadita” misionera lanzará a medianos de noviembre un plan de modernización a corto y mediano plazo para Eldorado.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la idea surgió del gobernador Oscar Herrera Ahuad tras las sucesivas visitas que hizo a la Capital del Trabajo (incluso estuvo de imprevisto ayer sábado, verificando parte de las zonas a intervenir).
“Herrera pidió trabajar urgente en la urbanización completa de la avenida Formosa (que son 7 kilómetros), desde donde está el asfalto actual hasta Los Cedros; también el asfaltado de toda Los Cedros, desde la rotonda ruta 17 hasta la calle Formosa ”, confió un ministro que recibió el plan del Gobernador.
“Aparte de esto, que Vialidad Provincial ejecute otras 300 cuadras de asfalto, con la pavimentación de la calle Salto Alegría. Y que se implemente un plan de mil luminarias nuevas para toda la trama urbana; la semaforización y acceso seguro de ruta 12 y Paraguay”, agregó la fuente.
En ese plan “entra el autódromo completo con el asfaltado y obras de soporte. Se sumará la red de agua potable de 1,500 metros en barrio Roulet. Como si fuera poco, ante el escaso parque vial del municipio, se planificó la entrega de equipamiento como ser un camión compactador y maquinaria vial con motoniveladora”, resumió el funcionario.