Cerca de las 6 del jueves 18 de agosto pasado, la comerciante Justina Pérez Viera de 76 años fue asesinada a estocadas de cuchillo para robarle sus ahorros, una motocicleta y un arma de fuego de su vivienda del barrio Ñu Porá en Garupá.
De acuerdo a los primeros resultados de las labores de los peritos de la Dirección Policía Científica, durante las últimas horas se confirmó que la huella dactilar de uno de los tres sospechosos de 19 años detenidos al día siguiente del robo y muerte, fue hallada en un armario de la víctima fatal en el inmueble de las calles Los Helechos y Paraíso. También se confirmó que los dos cuchillos de cocina encontrados al día siguiente en poder de los mellizos de 19 años, en el mismo barrio, tenían manchas de sangre humana. De estos elementos se tomaron muestras y en cadena de custodia se enviaron a laboratorio para la extracción de un patrón genético a contrastar con el obtenido de la jubilada.
En la casa de Justina se detectaron pisadas y una de ellas, sobre restos de sangre en el piso, coincide con una zapatilla incautada en la casa del joven de la huella del dedo índice de la mano izquierda impregnada en el mueble mencionado.
Los tres jóvenes de 19 años fueron atrapados el viernes 19 al mediodía por investigadores de la Dirección Homicidios. Dos mellizos y un amigo a quienes les secuestraron prendas de vestir que presuntamente utilizaron, dos cuchillos de 30 centímetros de largo, tres teléfonos celulares, un arma de fuego y la motocicleta robada a Justina Pérez Viera, una Honda Wave.
Un revólver calibre 32 milímetros niquelado fue incautado en el segundo allanamiento, en un inquilinato del barrio Ñu Porá, precisamente en calles Mburucuyá y Bonpland. El arma fue robada de la vivienda de la mujer donde funcionaba una despensa. Se presume que la tenía para eventuales hechos de inseguridad.
El tercer sospechoso, fue detenido en inmediaciones de su vivienda en el barrio Exhipódromo, en la misma zona. En ese lugar se secuestraron prendas de vestir con manchas de sangre, que serán peritadas.
“Saña”
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN confiaron que el hecho se desencadenó con mucha violencia y hasta saña, porque la mujer se resistió y quiso evitar que se llevaran la motocicleta, la que tenía documentada a su nombre, pero prácticamente sin uso.
Una de las líneas investigativas se apuntaló con este resultado en que en el domicilio había una suma de dinero, aparentemente producto de algún préstamo solicitado por la víctima. Los delincuentes no lo hallaron pese a que la casa fue revuelta por completo. Se trataría de 100 mil pesos, finalmente hallados.
Pérez Viera murió producto de un shock hipovolémico (desangrada) por los siete puntazos en el cuello, nuca y espalda. Por los rastros de sangre dispersos en varias partes de la casa, se presume que la víctima se movilizó por varios compartimentos hasta caer desvanecida.