El 29 de junio último se detectó por primera vez la subvariante BA.5 de Ómicron del coronavirus en una persona proveniente del exterior. Y tal como pasó en cada país en el que llegó, se hizo masiva y predominante. Cuatro semanas después, Argentina puede decir lo mismo.
La subvariante más contagiosa registrada hasta ahora, BA.5 de Ómicron, pasó a representar la mayoría de los casos del país con un 53,5 por ciento, según el último informe de vigilancia genómica del Ministerio de Salud difundido anoche.
Los expertos esperaban esta noticia, ya que en las últimas semanas ha habido una explosión de casos de las subvariantes BA.4 y BA.5, que relegaron a BA.2 y BA.2.12.1. Ese crecimiento se evidenció el domingo último cuando se supo la cifra oficial de contagios semanal que llegó a 52.745, lo que representó un 26 por ciento más que siete días antes. Mañana se conocerá la nueva cifra semanal en la que los expertos epidemiólogos se podrán parar para analizar el nuevo brote.
“El patrón de alta transmisión observado para Ómicron ha facilitado la aparición de mutaciones adicionales que definen diferentes sublinajes clasificados dentro la misma variante. A la fecha, se han reportado globalmente 5 diferentes linajes principales de Ómicron: BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5 y sus linajes descendientes (BA.1.1, BA.2.12.1, entre otros)”, explica el comunicado de la cartera sanitaria.
Según el reporte epidemiológico de la semana 30, elaborado por el Ministerio de Salud, BA.2 representa ahora sólo el 2,61 por ciento del total de casos, cuando hace un mes era más del 60%. En tanto, BA.2.12.1 se cifra en el 4,51 por ciento. El crecimiento se evidenció para BA.4 representa el 10,57 por ciento y BA.5, el 53,59 por ciento. Entre las dos más contagiosas del país suman el 64 por ciento. Un nuevo panorama que podría cambiar las estrategias sanitarias a fin de no entrar en una nueva curva creciente de contagios.
Tanto BA.5 como BA.4 son motivo de preocupación mundial porque han aumentado su frecuencia en los casos de personas con la infección en todo el mundo y están impulsando nuevas olas.
“Las subvariantes BA.4 y BA.5 son 4,2 veces más resistentes y, por lo tanto es más probable que provoque infecciones en personas que ya tuvieron la infección o que están vacunadas que conforman la mayoría de la población”, advirtió señaló el científico Humberto Debat, investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) e integrante de Proyecto País. Los sublinajes BA.4 y BA.5 se habían detectado por primera vez en Sudáfrica en enero y febrero de 2022 respectivamente, convirtiéndose en las variantes dominantes en ese país en mayo pasado. Luego, impulsaron una ola de COVID-19 a nivel mundial.
Nueva ola y reinfección
El doctor Javier Farina, de la Sociedad Argentina de Infectología y jefe de infectología del Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta de Cañuelas, comentó que podría producirse una nueva ola por los sublinajes BA.4 y BA.5. “Hay que tener en cuenta que la reinfección no significa un cuadro banal. Pueden sufrir secuelas. Por lo cual, hoy es importante que las personas tengan el esquema primario completo y los refuerzos que correspondan. Las vacunas nos cuidan de tener formas graves del COVID-19. El uso de barbijo en ambientes cerrados es necesario, y el aislamiento de las personas con síntomas también”, concluyó el experto.
Farina coincide con el primer estudio de BA.5, encabezada por un investigador de la Escuela de Medicina de Washington, Ziyad Al-Aly, que advirtió que con cada reinfección el riesgo de presentar síntomas más severos es mayor.
A pesar de que las subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5 tienen la mutación que les confiere una mayor transmisibilidad y características de escape inmunitario, los expertos resaltan la importancia de cumplir con la actualización de refuerzo de vacunas contra COVID-19. Ello significa tener aplicados los refuerzos 1 y 2 que son dados luego de completar el esquema inicial de dos dosis.