Hace unas semanas se registró en Misiones un aumento de casos de COVID-19, algo relacionado con la temporada de invierno que reaviva la circulación de virus respiratorios. Esto sigue repercutiendo no sólo en la salud física de las personas, sino en la salud mental, especialmente de los adultos mayores que, en consulta manifiestan un alto grado de ansiedad luego de haber tenido COVID-19.
Así lo confirmó el doctor Juan Carlos Falkowski, miembro del Policonsultorio Pos-COVID-19 del Instituto de Previsión Social (IPS) Misiones, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
“Sucede con más notoriedad en aquellos que viven solos. En esos casos apuntamos a trabajar de forma interdisciplinaria con el psicólogo, y siempre hacemos una evaluación integral del paciente”, señaló el especialista.
Esto podría tener su causa en que los adultos mayores conforman uno de los sectores considerados de riesgo en la pandemia; y porque muchos de ellos tuvieron que pasar la cuarentena en completa soledad.
A pesar de eso, según Falkowski, como hay un porcentaje alto de la población vacunada, y los síntomas son cada vez mas leves, el COVID-19 ya no genera tanta ansiedad como antes.
“Cualitativamente, existen dos circunstancias. El año pasado hasta diciembre teníamos muchas personas que manifestaban ansiedad con respecto al virus y los síntomas. Eso es porque en ese entonces teníamos cuadros más severos que ahora”, indicó.
Asimismo, “a partir de abril mayo, junio y julio, desde que el virus empezó a percibirse como una enfermedad con pocas complicaciones, el miedo se fue perdiendo”, afirmó.
Aumento de consultas
El incremento de casos de COVID-19 en estos meses fue de la mano con el aumento de las consultas por secuelas, que subieron un 60% en el Policonsultorio Pos-COVID-19 del IPS en lo que va de junio y julio, según el especialista.
Se trata de pacientes que van desde aquellos que tuvieron un cuadro grave y estuvieron en terapia intensiva, hasta aquellos que tienen síntomas leves o ninguno y buscan controlarse por las dudas.
“Si bien vimos un aumento marcado, se trata de casos con menos gravedad que los que tuvimos en septiembre, octubre y noviembre del año pasado. Son cuadros muy parecidos a los de febrero donde la manifestación más común era una neumopatía leve”, indicó.
Esta levedad en los síntomas se vio reflejada también en que, desde el Policonsultorio del IPS no tuvieron que derivar ningún caso a internación como sí sucedió el año pasado, a pesar que atiendan al ritmo de 30 pacientes diarios.
“A partir de marzo y abril prácticamente dejamos de ver esos casos donde los pacientes venían con insuficiencias respiratorias”, afirmó el médico.
Es así que la mayoría de las consultas, dentro de este incremento, fue de pacientes jóvenes a partir de los 20 años que tienen síntomas respiratorios que persisten una semana después de haber atravesado COVID.
A su vez, como el Policonsultorio realiza un chequeo integral metabólico, de hipertensión y diabetes al paciente “muchas personas vienen por el COVID y se terminan enterando aquí que son diabéticos o hipertensos”, explicó.