La crisis económica y la escalada en los precios de los alimentos derivó en un aumento en la demanda de comedores sociales de Misiones en hasta un 40% desde mayo hasta la fecha. Así lo afirmó el coordinador provincial por Misiones de Barrios de Pie-Libres del Sur, Fabricio Tejerina, quien en diálogo con PRIMERA EDICIÓN advirtió que se empezó a notar desde hace algunos meses un incremento en la cantidad de personas que solicitan alimentos en los comedores.
Esta organización actualmente cuenta con alrededor de 60 merenderos y comedores, a los cuales asisten un promedio de 50 familias. Estos se encuentran ubicados en varias localidades como Gobernador Roca, Puerto Rico, Garuhapé, Montecarlo, Eldorado, Puerto Esperanza, Puerto Iguazú, San Pedro, Andresito, Oberá, Garupá, Candelaria y Posadas. No obstante, muchos crecieron en cantidad de comensales y hoy ya suman entre 75 y 90 personas.
“Desde hace cuatro meses se comenzó a sentir más fuerte la inflación en los alimentos y empezaron a acercarse más familias. El problema que tenemos es que la cantidad de cosas que recibimos del Gobierno y que podemos adquirir a través de las rifas que hacemos, venta de pollo y empanadas, tiene un límite, entonces por lo general atendemos a los que están con nosotros desde hace mucho tiempo”, manifestó.
En este sentido, Tejerina explicó que muchas familias se acercan a pesar de que “es difícil sumarlas al beneficio. Tuvimos una reunión con el Ministerio de Desarrollo Social y la Vicegobernación hace un mes y nos subieron un 6% los envíos de leche y azúcar, los bolsones subieron un 5%, lo cual es algo mínimo para el problema que vemos en los barrios todos los días”, apuntó.
El dirigente sostuvo que “si hoy tuviéramos alimentos para un 30% o 40% más, se iría todo, porque la gente busca. Los viernes te da una tristeza porque muchos se agolpan para ver si sobró algo de leche, hay chicos que no comen los fines de semana, entonces vienen a ver si quedó algo de leche o de comida para su olla, pero casi nunca queda nada. Vemos una mayor necesidad, lamentablemente no tenemos más recursos”.
Detalló que “el Gobierno nos envía leche, azúcar, chocolate, a veces un poco de pollo y algo de verduras, aunque después tenemos que comprar puré de tomates, algún otro tipo de verduras, el gas, todos los elementos de limpieza para limpiar después de cocinar, y todo eso sale de lo que colaboran desde la organización con todas las actividades que se hacen”.
En este contexto, sostuvo que esta situación “es como un ciclo ya que el año pasado para fin de año ya se notó un incremento importante en los pedidos de asistencia en comedores”.
“La pandemia también fue impresionante, a principios de 2021 parecía que había mejorado y después para diciembre empeoró nuevamente. Luego bajó algo la demanda en febrero, marzo, abril, y a partir de mayo comenzó de vuelta a verse porque la gente comenzó a acercarse”, señaló.
Observó además que la mayoría de las familias que se sumaron el último mes lo hicieron también debido al cierre de los comedores en las escuelas por las vacaciones.
Vulnerables
Consultado sobre el perfil de las personas que concurren a los comedores, Tejerina expresó que según los datos del Indicador Familiar de Acceso a la Alimentación (IFAL), elaborado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ICEPCi), “se trata de familias muy vulnerables donde los padres viven de changas y dependen de la ayuda del Estado”.
“La mayoría tienen Asignación Universal por Hijo (AUH), Tarjeta AlimentAr, algunos tendrán planes otros no, eso es variable. En Misiones hay 40 mil planes y un 45% de pobreza, así que no llega a todos el Plan Potenciar”, aclaró.
No obstante, sostuvo que “ir a un comedor es un parche, ya que no es que viven 100% de la comida que se les da allí, pero todo ayuda”.
El referente de Barrios de Pie-Libres del Sur comentó que “se vio una caída tremenda en el consumo de carne, además de que las harinas, azúcares y el mate cocido pasaron a ser el alimento principal, es decir, mucho carbohidratos y azúcares. Hubo a su vez una baja en el consumo de proteínas, leche y yogurt que ya son un lujo, y frutas sólo las más baratas, pero poco”.
Esta situación, lamentó Tejerina “es desesperante porque lo mínimo que puede hacer una persona es alimentarse y hoy la alimentación es muy básica. Todo aumentó, el precio del fideo, la harina, hasta los cortes de carne más barata y eso repercute en la mesa de las familias, después ni hablemos de la salud y de la vestimenta, muchos chicos no van a la escuela porque no tienen zapatillas o pantalones para el frío, eso pasa en una población importante del país no sólo en Misiones”.
Señaló además que durante el último año creció la cantidad de adultos mayores que van a buscar para comer a los merenderos y sostuvo que “son los que menos posibilidades tienen de rebuscárselas. Una jubilación mínima no llega a los 30 mil pesos, los abuelos compran los medicamentos y después salen a recorrer, nosotros vamos hasta la casa a veces o ellos vienen, y lo hacemos dentro de las posibilidades que tenemos”.