El presidente del Mercado Central de Misiones (MCM) y exintendente de esta ciudad, Jorge Brignole, no logró pacificar la convivencia entre los puesteros del organismo que dirige en la actualidad. A tal punto siguen las denuncias por “amenazas y aprietes” que PRIMERA EDICIÓN reflejó en la edición del pasado 7 de julio, que la mayoría de los operadores no atendió ayer al público.
El enorme predio que tiene el MCM lució ayer prácticamente vacío, por la inactividad que generó la medida de protesta de los que esperan de Brignole mayores medidas de convivencia y seguridad personal.
El organismo provincial, ante la repercusión de la medida de fuerza, emitió un breve comunicado en el que instó al “diálogo entre las partes” y garantizó el funcionamiento del Mercado.
Pero en un encuentro con los medios de comunicación, el vocero de los operadores del Mercado, Bruno Deis, dijo precisamente que no estaban siendo escuchados por la conducción del MCM. Y aclaró que la situación no es nueva, sino que lleva mucho tiempo esperando una respuesta.
El conflicto causó preocupación en propietarios de mercados, supermercados y locales más pequeños por dos razones: la garantía de no terminar “apretados” por el puestero al que apuntan las críticas; y la falta de mercaderías para ofrecer si el paro se mantiene en el tiempo.
En la Gobernación siguieron ayer con mucha atención lo que ocurría en el Mercado Central, donde el Ministerio de Gobierno envió una comisión policial en los últimos días, a fin de evitar enfrentamientos y cualquier acto de violencia en un clima de extrema tensión.
Conferencia de prensa
Cerca del mediodía de ayer, los operadores del Mercado Central de Misiones se reunieron en la avenida Tierra del fuego casi Rotonda de Posadas, para manifestarse en contra de los “atropellos” que reciben constantemente por parte de una persona que tiene un puesto en el MCM.
Según expuso uno de los trabajadores presentes ayer, la persona en cuestión “no tiene a sus empleados registrados, no paga alquiler ni luz, nada”, y además “maltrata a la gente”.
En conjunto, relataron que estas maniobras repercuten directamente en sus ventas, ya que la persona acusada y sus secuaces “bajo extorsión les hacen comprar a la gente, les obliga, por la mercadería le cobran con sobreprecio, y ni siquiera está en buen estado”, apuntó otro operador.
“Esta gente trabajaba de manera que había que comprarle a él, amenazando a los clientes, y a mí realmente se me cayó el 70% de las ventas”, insistió.
Entre las situaciones que padecen a diario, describieron que “te rompen el auto, te tiran la mercadería, te sacan los clientes, obligan a los clientes que compren en un solo lugar, entran a los puestos de otros sin pedir permiso a buscar cosas; incluso a algunas personas las golpearon. La verdad es que es muy grave lo pasa y no sabemos qué hacer”.
Siguiendo con el relato, mencionaron que “muchas veces nos quedan las ventas colgadas porque se llevan a nuestros clientes. Se debe tener en cuenta que todos tenemos que pagar AFIP, a los empleados, comer y otros gastos”.
“No es la salida”
La conducción del Mercado Central emitió un comunicado en el que dijeron que “con diálogo y comprensión pudimos trabajar los últimos 6 años todos los días hábiles sin ningún tipo de cortes (…) Esta oportunidad no debería ser la excepción”. Y a su vez, comunicó que “el Directorio del Mercado Central está a disposición para interceder amigablemente entre las partes en conflicto. Entendemos que un lock out patronal o un paro no es la mejor salida. Convocaremos a las partes, operadores y sindicato de estibadores, para encontrar una solución”.
Por último, informó que “el Mercado Central no apoya paros ni cierres patronales. Nuestra obligación contractual es abrir todos los días hábiles para que los operadores vendan, los compradores compren y estibadores carguen y descarguen”.