Desde 2010 en adelante la calidad de vida de la mayoría de los argentinos no dejó de deteriorarse. Se siente en los bolsillos, en las góndolas, en el mes que queda cada vez más largo y ahora en un informe estadístico que le pone cifras a la progresiva crisis que azota al país desde hace años.
De acuerdo a un informe difundido ayer por Cáritas y el Observatorio de la Universidad Católica, al menos seis de cada diez argentinos se sumergieron en la pobreza entre 2010 y 2021, mientras que en el país hay casi 5.700 villas.
El informe es abrumador porque, además de dimensionar la crisis, expone lo que muchas veces se advirtió en ésta y miles de columnas más en todo el país: las chances de tomar distancia del umbral de la pobreza se limitan conforme pasan los gobiernos. Todos, en menor o mayor medida, fueron colaborando para que el estado de las cosas sea el actual, para que apenas cuatro de cada diez personas lograran evitar la pobreza.
El análisis de Cáritas, un organismo presente en todo el país con relación directa con los sectores más necesitados en conjunto con la UCA da cuenta también de que un 30% de la población nunca dejó de ser pobre y tres de cada diez personas lo fueron alguna vez en los últimos diez años.
Ninguno de los tres gobiernos desde 2010 en adelante (Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández) pudieron revertir un núcleo duro de pobreza que se consolidó en el país, alerta el informe. Cabe recordar que las últimas mediciones del Observatorio reflejan un índice de pobreza del 43,8% (unas 18 millones de personas) y que una de cada diez personas “experimenta hambre de manera cotidiana”.
Frente a una realidad tan abrumadora basada en datos tomados en las calles y villas del país ya no caben las especulaciones políticas, sino la elaboración y puesta en práctica de agendas de desarrollo y empleo de calidad que vuelvan al sistema a esos millones que se cayeron o fueron empujados.