Se cumplió una semana de un ataque con arma blanca que dejó a un joven de 19 años al borde de la muerte en Oberá. El agresor de 23 años se profugó después del ataque y se desconoce su paradero. La madre de la víctima reclamó que lo encuentren, porque como así intentó matar a traición a su hijo, profirió amenazas en sus redes sociales para vengarse de su concubina.
El caso ocurrió a las 7 del pasado domingo 15, frente a una vivienda de la calle Finlandia. Allí el joven de 19 salió a intentar defender a su prima, cuando su pareja arrojaba piedras a la casa para que saliera. Quien resultaría víctima no dudó en aceptar un “mano a mano” con el marido de su prima con tal que se fuera de allí. Pero tenía un cuchillo y se lo hundió en el lado izquierdo de la zona media entre el tórax y el abdomen. Perdió mucha sangre y tuvieron que extirparle el bazo, además de provocarle lesiones que le afectaron la pared abdominal.
PRIMERA EDICIÓN pudo dialogar con la madre de la víctima, quien señaló que su hijo ya había salido de terapia intensiva pero seguía en un estado delicado.
“Salió de terapia pero sigue con un tubo en un pulmón y con dos drenajes de la cirugía en la que le abrieron el abdomen. Le hicieron una ecografía y por la sangre que se derramó le hizo mal. Eso le tiene el intestino quieto. Si no mejora van a tener que hacerle otra cirugía”, dijo Lorena.
Antes que el joven sufriera el ataque trabajaba en un 24 horas en Oberá y además se ganaba unos pesos como peluquero, señaló la madre.
Sobre su presentación ante la policía recalcó: “Hice la denuncia el domingo y el lunes fui a hacer una ampliación, porque este chico subía estados en sus redes con su madre que está en Rosario, dando a entender que se fue de acá. Por lo cual tiene un paradero fuera de Misiones donde quedarse”.
Y pidió: “Quiero que haya pedido de captura a nivel nacional, porque no veo resultados de nada. Todo el tiempo estoy con mi hijo y no puedo estar detrás de la investigación”.
“Hubo gente que me mandó mensajes diciéndome que el agresor se había escondido en la casa de su tía en el barrio Copisa. Después tomó un remís y se fue al barrio San Miguel, hasta que se le perdió el rastro. No estoy viendo resultados de nada. Se conecta a las redes, se armó un perfil nuevo y sigue con amenazas a mi sobrina. Le dice que va a volver por ella”, dijo angustiada.
“No quiero moverme mucho de al lado de mi hijo, porque aún no se recuperó. Además en mi casa tengo a un hijo bebé que tiene una traqueotomía. Tampoco quiero estar mucho tiempo lejos de él. Por eso voy de mi casa al hospital y del hospital a mi casa”.
“Por Dios, quiero que encuentren a esta persona. Además sigue con las amenazas. ¿Qué esperan, que haya otra víctima más? ¿Y qué pasa con mi hijo, no vale nada acaso? Entre lágrimas expresó: “Tengo impotencia de ver cómo sube estados a sus redes, se burla de los mensajes que le manda mi hija. Quiero que lo encuentren si está todavía en Oberá. No es una ciudad tan grande. No puede desaparecer como si nada. Voy a hacer lo que sea y hablar con quien sea. Quiero justicia para mi hijo. No es justo lo que pasó. Está casi partido al medio. Me duele verlo llorar y oírlo preguntándome ¿‘mami qué yo hice de malo para que me pase esto?, lamentó.
Después de atacarlo, el agresor había huido a pie hasta su casa. La policía lo fue a buscar pero cuando llegaron, mientras el padre dialogaba con ellos, aprovechó para escaparse por el fondo.