Los salarios registraron en febrero pasado un aumento del 3,1% por debajo de la inflación del mes y en el primer bimestre del año se ubicaron 1,8% por debajo de la suba de precios minorista de ese período, de acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
En el segundo mes del año la mejora en las remuneraciones se ubicó 1,6 porcentuales por debajo de la inflación de ese período que fue del 4,7%, según el Índice de Precios al Consumidor que difundió el organismo de estadísticas oficial.
En el primer bimestre el nivel general de remuneraciones mejoró un 7%, frente a una inflación del 8,8% registrada desde diciembre pasado.
La pérdida de los salarios frente al alza del costo de vida, es previa a los acuerdos paritarios que se vienen cerrando con pautas de aumento promedio del 50%, que entran en vigencia en el segundo trimestre del año. En los últimos doce meses la mejora salarial promedio iguala el avance de los precios minoristas y ambos se ubican en un 52,3% de aumento en forma interanual.
El incremento de febrero último se debió a subas de 3,9% en el sector privado registrado, 2,4% en el público y 2,2% en el de los trabajadores informales de la economía, todos por debajo del aumento del costo de vida.
En los dos primeros meses del año el nivel de remuneraciones en el sector privado registrado tuvo una suba del 8,7%, del 5,4% en el sector público y 4,8% en el sector privado no registrado, que también se ubican por debajo de la inflación del período.
En términos interanuales, el Índice de salarios mostró una suba de 52,3%, como consecuencia de los incrementos del 54,3% en el sector privado registrado, 57,2% en el sector público, por encima de la inflación de los últimos doce meses.
En cambio los sueldos de los trabajadores en negro mejoran un 39,8% en la comparación interanual y se ubican 12,5% por debajo de evolución de los precios minoristas en la comparación interanual.
Luego del shock de inflación de 6,7% de marzo, que marcó el índice mensual más alto en 20 años, la inflación de abril también seguiría en niveles altos, pero un poco por debajo del mes anterior. Las consultoras que realizan relevamientos de precios estiman que el índice mensual se moverá entre 5,3% y 5,7% para el cierre del mes.
Las estimaciones del Gobierno también van en esa línea. La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, afirmó este jueves que la inflación de abril será “un poco más baja” que la inflación de marzo, aunque advirtió que no deja de ser un problema con el que se va a tener que “seguir lidiando todo el año”.
El INDEC difundirá la inflación de abril el próximo jueves 12 de mayo.
En ese contexto, y con los acuerdos paritarios avanzando en el Ministerio de Trabajo habrá que ver si la ecuación se revierte en función del deseo del Gobierno de que los salarios finalicen el año por encima de la suba de precios.
Los números de abril
Los datos de inflación alarman a los analistas, sobre todo después del 6,7% registrado en marzo, la cifra histórica mensual más alta en 20 años. Ahora, advierte que en abril puede arrojar un número bastante elevado.
Todo en un marco en el que el dólar, por el momento, se encuentra en un valor controlado, las señales de crecimiento son muy difusas y las negociaciones salariales toman temperatura.
De acuerdo con el último informe de la consultora LCG, fundada por el economista Martín Lousteau, el registro de inflación de abril estará “por encima” del 5%.
“En cualquier circunstancia, ese dato será difícil de procesar. Podrá ser presentado como una desaceleración respecto al 6,7% de marzo, pero en el gabinete económico seguirá preocupando. Es que ya deja un piso de inflación del 65% a 70% para 2022, incluso cuando desacelere por debajo del 4,5%”, alerta el estudio.
Por lo tanto, para los economistas de LCG, esta situación obligará al Banco Central a realizar otra suba de la tasa de interés en mayo, “algo que no va en la dirección que pretendía el Gobierno: camuflar el ajuste con el relato de la recuperación maquillada de crecimiento”.
Por otro lado, afirman que la inflación en estos niveles “no permite” una recomposición salarial importante, y la única ancla nominal estricta que le queda al Gobierno, sin desviarse del acuerdo con el FMI, “es justamente el salario”.
Toda esta situación, para los analistas, “pega de lleno en las chances electorales del oficialismo y en el malestar interno de la coalición”.
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