El viernes 12 de junio a las 22, José Montenegro y su pareja, fueron asaltados a balazos para robarles poco más de 300 mil pesos que habían recibido de la venta de una camioneta. Los disparos al constructor de 66 años, le rompieron la tibia y el peroné de la pierna derecha. Fueron balazos a corta distancia y cuando estaba en el piso indefenso, ya sin resistirse a que le quitaran el dinero.
Casi siete años después, el paraguayo Juan José Ayala, uno de los dos acusados, aceptó finalmente ayer la propuesta de suspensión por juicio abreviado, tal como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN en sus ediciones del miércoles y jueves de esta semana.
Ayala firmó ayer el acuerdo de nueve años de prisión, ofrecido por el fiscal del Tribunal Penal 2, Vladimir Glinka, como autor penalmente responsable de los delitos de “robo calificado por el uso de arma de fuego y lesiones graves”.
El que debería quedar detenido por el mismo hecho ahora es Ramón Alberto Muñoz, como partícipe del asalto y declarado en rebeldía y prófugo por no presentarse a la citación a debate el martes pasado en la sala de audiencias del TP-2 sobre calle San Martín, casi 25 de Mayo.
En el caso de Muñoz (43), conocido como “El Negro o Negrito”, acarrea un extenso historial de delitos, mayormente contra la propiedad y con expedientes en los cinco juzgados de Instrucción de Posadas.
Vale recordar que el debate debía empezar el 22 de febrero último, pero se suspendió por un certificado de COVID-19 positivo del “Negrito”. A la par de la postergación sin embargo, investigadores policiales el mismo día mencionaban su nombre y apellido en San Vicente, tras el intento de robo fallido a una fábrica de placas de madera de Dos de Mayo, que le costó la vida a uno de los supuestos asaltantes (Leandro Andino, posadeño) víctima de los disparos del sereno del lugar.
Vale recordar que José Montenegro sobrevivió de milagro al asalto de Muñoz y Ayala en el barrio San Marcos cuando llegaba a su casa junto a su pareja y fue sorprendido por un delincuente armado que escapó con 315 mil pesos y su notebook. Ocurrió a las 22.05 a metros de la intersección de las calles 67 y 158 y a tres cuadras de la avenida Cocomarola, detrás de una conocida empresa del transporte urbano de pasajeros.
Montenegro acababa de guardar su automóvil en el garage de un vecino, distante a cien metros de su casa, cuando fueron sorprendidos por un delincuente que actuó a cara descubierta y enseguida fue por el maletín donde estaba el dinero.
El entonces coordinador de obra para una empresa constructora local, forcejeó con el malhechor, quien extrajo un arma de fuego tipo revólver. Sin más vueltas, le descerrajó al menos cuatro disparos. Allí su concubina trató de recuperar el maletín, pero sufrió un culatazo y el asaltante se hizo con el bolso y escapó a la carrera en dirección a la avenida Juan José Paso.
El dinero robado correspondía al pago de una camioneta Volkswagen Amarok que Montenegro había vendido pocos días antes. Dato que los delincuentes tenían presente.
Para que la condena a Ayala comience a ejecutarse resta su homologación previa audiencia de visu del encartado con el presidente del Tribunal Penal 2, Gregorio Augusto Busse para analizar el alcance de la sentencia y el encuadramiento respectivo.
Sorprende su prontuario
Cada uno de los que lo conoce a Ramón Muñoz sabe que es un hombre ligado al delito que conoce al detalle la zona sur de Posadas y posee contactos en toda la provincia para sus “andanzas” reñidas con la ley. Desde 2001 registra antecedentes y durante los últimos días de 2021 y primeros dos meses de 2022 resuena en cada sospecha de atraco contra casas y fábricas del interior misionero.
Una de las modalidades de robo es la de romper puertas, sorprender a cuidadores y reducirlos para abrir cajas fuertes y escapar con millonarios botines, se lo destaca desde 2019 con el atraco a la firma de almidón de mandioca de Gobernador Roca.
Pero no sólo arrastra galardones nefastos por delitos contra la propiedad, entre 2014 y 2015 sendos abusos sexuales cometidos contra menores de edad, una de ellas la hermana de su expareja, figuran entre sus imputaciones.