La semana estuvo marcada por el escándalo de los chats privados del expresidente del IFAI, Marcelo “Turco” Rodríguez que “alguien” se encargó de robar y filtrar en redes sociales para desatar una renuncia, pedidos de intervención de la Justicia y unas 40 mujeres mencionadas en las conversaciones que no fueron a presentar denuncia.
Rodríguez, del que se desconoce si volverá al Estado en algún espacio de perfil bajo, no se pronunció hasta ayer sobre las polémicas relaciones personales que mantuvo con contratadas del Instituto a su cargo.
Su sucesor, Roque Gervasoni, salió a realizar planteos por Facebook, cuyas respuestas debió dar él como la cifra exacta de contratos que involucran a los protagonistas de los WhatsApp; estado de situación legal como financiero-administrativo en el que encontró el Instituto, entre otros temas.
Después, pidió separar a los cuestionados de los trabajadores del IFAI que sí hacen lo que deben hacer.
Al impacto político y social del tema, salieron a sumar opinión legisladores del oficialismo y la oposición, dirigentes sociales y agropecuarios hasta el Colegio de Abogados de Misiones que solicitó una investigación judicial de oficio a un Poder Judicial que en el hecho siguió ciego, sordo y mudo.
En medio de memes, stickers, videos donde se mezclaron frases poéticas del “Turco” Rodríguez con temas musicales melosos circulando masivamente en los teléfonos celulares, el humor también se encargó de hacer notar el “pulgar abajo” de mucha gente ante los funcionarios que no funcionan.
Esos malos ejemplos, como Rodríguez que fue el último conocido en estos años, dañan profundamente cualquier buena gestión que hacen muchos otros que no ven al Estado como un bien a su servicio. Lo curioso es que la mayoría de las veces, hay una reacción política cuando el funcionario que no funciona ya es protagonista de un escándalo y no antes, cuando su salida puede resultar hasta ejemplificadora de lo que no se debe hacer.
Lo sucedido en el IFAI dejó también algunas enseñanzas, en especial en materia de género, transparencia, conducta, manejo de lo público, de lo que no se debe hacer y sigue pasando en los despachos oficiales.
Habrá que entender que es mayor el costo político de una reacción tardía al que se paga cuando se logra detectar a tiempo que un dirigente/militante no está preparado para el lugar que se le confía.
Tal vez lo de Rodríguez sirva para que, en breve lapso, otros funcionarios que no funcionan den un paso al costado sin llegar a dañar las instituciones, a terceros y a quienes ponen muchas horas y esfuerzo por el bien común, por el crecimiento colectivo, por la ayuda a quien la necesita sin pensar en enriquecerse o utilizar la hacienda pública en beneficio particular o de amigos, amantes y/o de militantes.
Y no ocurre solamente con la estructura provincial. En varios municipios esta semana hubo denuncias que incluso llegaron a la Justicia donde se involucra a un intendente del norte, promovida por ediles renovadores de El Alcázar como de la oposición (la firmaron cuatro de los cinco concejales que hay en el deliberativo local).
Se lo acusó de presuntas irregularidades en el manejo de las arcas públicas que, por ahora, ni siquiera el Tribunal de Cuentas de la provincia detectó ni investigó (al menos no informó de actuación alguna al respecto, que permita tener otra visión sobre la grave acusación).
Al Sur para reclamar por el Norte
El gobernador Herrera Ahuad vio la oportunidad y no la dejó pasar. Invitado por la Casa Rosada al inicio de obras del gasoducto Néstor Kirchner en Neuquén, viajó junto a los diputados nacionales Diego Sartori y Carlos Fernández hasta esa provincia del Sur para entregar al presidente Alberto Fernández; al secretario de Energía, Darío Martínez; al jefe de Gabinete, Juan Manzur; entre otros, el proyecto de ley que el bloque renovador en la Cámara baja nacional promovieron para la constitución de un gasoducto que llegue desde Corrientes hasta Misiones.
Lamentablemente la tierra colorada sigue relegada -por los gobiernos nacionales de todos los “colores” políticos- de una decisión política que otorgue financiamiento seguro al tendido de la red troncal de gas.
La respuesta del presidente Fernández al diputado Sartori habría sido que el proyecto de fondo para el GNEA “lo voy a ver con el gobernador porque tengo también unos temas pendientes”. Sin dudas que los hay y de mucha trascendencia para la provincia.
Aunque para ser políticamente correctos la esperanza es lo último que se pierde, no hay grandes expectativas creadas alrededor de un fondo que se financiará con el seis por mil de las facturas de gas que se emiten en el sur patagónico. Esa misma región para la que los norteños (obviamente misioneros incluidos) pagaron durante largos años el tendido y los subsidios al gas en las boletas de luz.
Pero, desde hace tiempo, está claro que la Casa Rosada tiene una mirada muy sesgada al momento de otorgar beneficios entre norte y sur. A los “pobres del NEA y NOA” parece que sólo se los busca conformar con discursos y promesas.
Atención sanitaria para productores
Hace varios meses, un grupo de dirigentes yerbateros que no tienen representación en organismos oficiales, fue a ver al gobernador Herrera Ahuad para proponerle crear un obra social yerbatera.
El mandatario avanzó con el INYM y el IPS en una primera cobertura para los pequeños productores (inicialmente son unos 4.500) y a sus familias, mediante el sistema de prestaciones que tiene la obra social provincial pero con un fondo creado entre el INYM y Hacienda para tal fin, sin afectar el presupuesto que tiene el IPS para el resto de la administración pública.
A nadie escapa que crear una obra social requiere de una estructura muy importante y que garantizar la territorialidad de la atención administrativa y sanitaria, demandará mucho dinero y recursos humanos. Aunque no está descartada en un futuro, por ahora fue más rápida la resolución de la atención sanitaria mediante el IPS.
El desafío será sostener las prestaciones en el tiempo y ampliar el alcance hasta los 12 mil productores registrados por el INYM en los últimos tiempos. Es allí donde habrá que trabajar en la faz legislativa y ejecutiva para que se garantice el dinero suficiente tanto del ente nacional yerbatero como desde la Provincia.
Se viene otro paro: ¿más subsidios?
Mañana será un día clave para la definición del paro de colectivos urbanos e interurbanos fuera del AMBA, incluida Misiones. Es promovida por el gremio de choferes, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) bajo el reclamo de mejoras salariales que acerquen los sueldos del interior a los que paga el área metropolitana de Buenos Aires.
Nuevamente un conflicto gremial entre trabajadores y patronal terminará perjudicando por 48 horas (martes 26 y miércoles 27 de abril) a millones de usuarios de un servicio clave para las actividades cotidianas en las ciudades y los pueblos.
Pero, por efecto político, quienes se verán favorecidos por las consecuencias de la medida de fuerza serán los empresarios como el Grupo Z, ya que la “solución” reclamada desde las provincias pasa por más subsidios millonarios, aunque luego no terminen precisamente en mejoras sustanciales en los sueldos de los choferes.
Como ya es sabido, ni siquiera la UTA se encarga de hacer cumplir los pagos no sólo en tiempo y forma sino en la forma adecuada a los convenios de trabajo. Y terminan siendo cómplices de los empresarios que aprovechan los paros para seguir haciendo crecer sus negocios que, luego, se multiplican en inversiones fuera de las áreas de concesión donde mantienen prestaciones deficientes.