Pese a que la última semana los valores de la carne mostraron mayor estabilidad, los constantes incrementos siguen erosionando el poder de compra de los consumidores en un contexto en el cual ese producto sufre el mayor incremento.
“Por suerte, por lo menos por ahora, la carne de novillo y todo lo que sea carne roja se está conteniendo luego de la fenomenal suba en marzo. Durante ese mes, algunas PyME y carnicerías afinaron el lápiz para que no se sintiera de golpe”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN el empresario de la carne, Hugo Metrechen, consultado al respecto.
Ahora bien, según el empresario, todos los productos de carne blanca (cerdos, pollo y pescado), tuvieron este mes un aumento del 15% “y se siente fuerte”, reconoció el propietario de carnicería.
“Consideramos que aplicar los aumentos de a poco lesiona menos a los compradores, porque aunque hablemos de un ajuste del 5% es demasiado para el comprador. Pasó que entre febrero y marzo la carne aumentó cada 10 o 15 días en alrededor de 5 puntos porcentuales y en la carne es muchísimo. Los valores se notan enseguida y repercute de inmediato en la baja del consumo”, contextualizó Metrechen.
En ese sentido, el hombre analizó que a pesar de los intentos del Gobierno nacional por controlar los precios, los valores que los consumidores encuentran en las carnicerías demuestran el fracaso de las medidas.
“La carne subió abismalmente, el cliente lleva para el día y a veces hasta ahí”, fue el comentario de Raquel Lima, propietaria de una concurrida carnicería ubicada en el corazón de Villa Cabello.
“Los valores ya no suben entre 15 y 20 pesos como antes, sino entre 50 y 70 pesos. En diciembre el asado de ternera estaba $1.100 el kilo, ahora ese valor es de la paleta con hueso”, refirió la mujer.
Por su parte, Metrechen se mostró muy preocupado por el panorama del mercado en el corto y mediano plazo porque el impacto de los incrementos es cada vez mayor y a raíz de ello se siguen modificando los hábitos de los compradores.
“En un kilo de carne, sólo con aumentar 50 pesos, que parece poco, ya es abismal y lo que hace la gente es simplemente dejar de consumir. Últimamente lo que más compran es molida, puchero y corte grueso, paleta o aguja. Si llevan cortes de asado, moderan muchísimo la cantidad”, relató.
Más aumentos en el horizonte
Tras el anuncio, la semana pasada, del Ministerio de Agricultura sobre “observar” aprobaciones para exportar cuando la Secretaría de Comercio Interior informe incumplimientos por parte de los frigoríficos que tienen convenios para el mercado local, el panorama se oscureció mucho más.
“Entre febrero y marzo, la carne aumentó 5% cada diez días, y aunque hubo oferta, tememos que baje la cantidad de hacienda, porque repercute también en la faena. Nosotros creemos que ante este panorama es esperable que haya nuevos aumento”, aseguró el empresario Hugo Metrechen en otro orden.
Ese contexto, más la constante suba de insumos, servicios y salarios, hace prever a los empresarios que “no hay techo”.
“Todo lo que viene aumentando por la galopante inflación nos golpea, es todo una cadena. Los acuerdos de precios ( en la “guerra contra la inflación”) llegan a Misiones en tres grandes cadenas de supermercados, el resto nos tenemos que arreglar con nuestras propias ofertas y negociaciones con los proveedores”, aseguró el empresario.
“Los Precios Cuidados lo tienen los grandes mayoristas, no entran en la media res que bajamos las carnicerías. La inflación en todos los ordenes nos llevan día a día a más incertidumbre y descontrol de los precios”, afirmó.